Emilio Romero (hijo): «Con 87 anos meu pai, Milín, inda ía ao mar, cando xa non puido quixo morrer»

FERROL CIUDAD

El homenajeado este año en las fiestas de la Parrocheira era uno de los vecinos más conocidos del muelle
14 sep 2022 . Actualizado a las 18:19 h.Las fiestas de la Parrocheira se dedican este año a un vecino tan conocido como el propio muelle: Emilio Romero Suárez, Milín. «Unha vez en Barcelona preguntáronme como atopar a meu pai en Ferrol e díxenlles ‘ao chegar a Ferrol Vello preguntades por Millín', tomaron a indicación un pouco a broma, pero o primeiro ao que lle preguntaron xa lles dixo ‘alí está'», cuenta Emilio, uno de los tres hijos de un hombre que a los trece años trampeó su edad como pudo para entrar a trabajar en Astano. Allí se hizo soldador, aunque su vida siempre giró en torno al mar, su familia y, por supuesto, Ferrol Vello, donde fundó el Portuarios, la asociación de vecinos, y forjó cientos de amistades.
Milín también hizo seis campañas en los bacaladeros que surtían de pescado la factoría de la Pysbe: «Fíxoo porque lle gustaba, porque non necesitaba os cartos coma o resto da tripulación, seu pai era funcionario e estiveran vivindo no sanatorio da illa de San Simón», relata Emilio sobre una época que se recordó hace poco con una exposición, en colaboración con la Autoridad Portuaria, en la que él aportó muchas imágenes del álbum familiar. «Meu pai era pequeno, pero un home fortísimo, ía nadando cos seus fillos colgados das costas —rememora—. Con 87 anos Milín inda ía ao mar, cando xa non puido, quixo morrer... Recordo que nos dicía ‘os meus amigos xa morreron, as vosas conversas abúrrenme...'. A última frase que lle escoitei un día á volta do hospital foi ‘deixádeme en paz'». Ese mismo día un médico de Urgencias le indicaba a la familia que parecía que a su padre se le acercaban sus últimos momentos y a la vez, inexplicablemente, sus análisis estaban bien. «Quixo morrer, elixiuno el cando tiña 93 anos, fai apenas catro, porque foi no 2018», recuerda su hijo. Ya entonces los vecinos hablaban de rendirle homenaje, de bautizar una parte del muelle con su nombre. De hecho, este fin de semana se recordarán muchas historias protagonizadas por Milín, porque a su figura se dedican las fiestas de A Parrocheira.

«Con máis de 80, un día chamoume ao traballo en Bazán, porque pescara un polbo de oito quilos, era máis grande ca el, veuno arrastrando no bote como puido», va contando su hijo sobre una vida que siempre miró al mar, a los suyos y al barrio. «Saía nas regatas de embarcacións tradicionais, e meu irmán Manuel herdou esta afección del, porque nos levaba moito a pescar», dice mientras repasa una larga lista de imágenes de su padre: el capitán del muelle.