
Los coruñeses y los ferrolanos seguimos aislados sin un transporte que nos comunique como deberíamos a estas alturas del siglo XXI
29 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Si has tenido la mala fortuna de empezar a estudiar tu carrera en Ferrol y eres de Coruña, lo siento. Formas parte de ese numeroso grupo de pringados que no encuentra medio de transporte para llegar a tiempo a clase. Así que serás de esos mismos que se ven obligados a pillar un piso allí y a dejarse los euros que no tienes en buscarte una vivienda para evitar el vaivén. Pero en esas estamos. Ahora que se llega a Madrid en dos horas y media desde Ourense, aquí seguimos en la prehistoria de siempre. Y casi podemos decir que tardamos lo mismo en coger un avión a París desde Alvedro o Lavacolla que en ir a Ferrol.
A cualquiera que se le diga que para recorrer estos poquísimos kilómetros hay que hacer malabares porque no hay frecuencia de buses (y ni por supuesto de tren) le saltarían los ojos de la cara, pero los coruñeses y los ferrolanos seguimos aislados sin un transporte que nos comunique como deberíamos a estas alturas del siglo XXI. Y, claro, a los estudiantes se les complican las cosas. Y toca, entonces, alquilar piso, en esa nueva deriva a la que se ven abocadas la mayoría de las familias gallegas. De modo que en lugar de facilitar la movilidad, lo que se complican, en consecuencia, son los bolsillos por esa oferta-demanda de los alquileres. Todo procede de lo mismo. Pisos por las nubes por no poder ir y venir a casa cuando estás estudiando aquí al lado. Porque en Galicia tenemos campus que no están conectados y una red mafiosa de viviendas en alquiler que se aprovechan de todo este cristo para su propio beneficio.
Ir a estudiar a Ferrol desde aquí o venir de Ferrol a estudiar a Coruña es hacer la travesía del desierto. Un desierto de unos pocos kilómetros que te costará el alquiler de un piso o el pago de una residencia. Casi como si hubieras nacido en París.