El Gobierno pospone al tercer trimestre del año la decisión sobre nuevos barcos de superficie; la empresa pública española había ofertado la construcción de tres destructores que podrían beneficiar a Ferrol
26 abr 2023 . Actualizado a las 18:27 h.Había muchas expectativas puestas en Ferrol en un posible encargo por parte de la Armada de Australia, pero la presentación, por parte del Gobierno del país, de su Revisión Estratégica de la Defensa, ha enfriado esas esperanzas. La empresa pública había ofertado a la Marina de las antípodas la posibilidad de fabricar tres destructores de idénticas características a la clase Hobart, que fueron construidos en Adelaide bajo la dirección de Navantia, y basados en el modelo de las fragatas F-100 españolas. Esa propuesta -no solicitada- contemplaba varias opciones de ejecución: que los buques se hicieran en España -el astillero especializado en este tipo de buques es el ferrolano-, en el país, o con una fórmula mixta.
Posteriormente, Navantia sumó a esa propuesta otros seis barcos, en concreto corbetas, con un presupuesto global de 10.000 millones de euros.
El Gobierno australiano compareció el pasado lunes para dar cuenta de su libro blanco de la Defensa, en el que, entre otros, aplaza la toma de decisiones sobre nuevos buques de ese tipo. En este sentido, aboga por materializar «un análisis independiente de la capacidad de la flota de combatientes de superficie de la Armada en el tercer trimestre de 2023 para garantizar que su tamaño tamaño, estructura y composición complementen las capacidades de los próximos submarinos nucleares con armamento convencional». Esa revisión tiene que tener como objetivo «satisfacer nuestras circunstancias estratégicas actuales» y también especificar «el coste, el calendario, los riesgos y el potencial de construcción naval continua de cada opción».
Australia tiene en marcha la construcción, a cargo de la británica BAE Systems, de un programa de nueve fragatas. No obstante, esta compañía también propuso fabricar tres destructores de la clase Hobart, aunque medios especializados del país afirmaron que podría implicar la reorganización del mencionado programa, para dejar solo seis nuevas fragatas, y los otros tres barcos, destructores.
Con una China expansionista en su flota y sus capacidades de buques militares, Australia debe diseñar cómo afronta la defensa de su dominio marítimo y con qué tipo de buques. En la Revisión Estratégica de la Defensa queda claro que buena parte de esa defensa naval se llevará a cabo a través de submarinos.