Revientan los cristales de dos coches en el centro de Ferrol y no se llevan nada: «Estaba todo intacto, hasta el peluche del niño»

Bea Martínez, vecina de Ferrol que vive en el centro, aparcó el pasado sábado su vehículo en la plaza de las Angustias, como hace habitualmente. El domingo por la mañana se despertó con una llamada de la Policía Local, que le comunicaba que un vecino de la zona les había dicho que había un coche con los cristales rotos, al que le estaba lloviendo dentro. Cuando se acercaron al lugar, comprobaron que la luna trasera del vehículo que se encontraba rota: «Supongo que le tiraron una piedra o algo similar, pero allí no encontramos restos de nada, que nos diese pistas de como lo rompieron», dice Bea.

Tiene claro que fue un acto vandálico más, como tantos otros que están ocurriendo las noches de los fines de semana en el centro, y no con ánimo de robar: «Dentro no nos faltaba nada, estaba todo tal cual, hasta el peluche del niño». También comprobaron si había algún coche más afectado, pero el suyo era el único con el que se habían cebado los vándalos. Bea dio parte a su seguro, y presentó la correspondiente la denuncia en la Policía Nacional. 

Unos días antes, en concreto, la madrugada del 1 de octubre, le pasó algo similar a otro ferrolano, Sergio Varela, que se encontró con la misma sorpresa en su vehículo, que había aparcado en la calle Vilarrube. «El cristal estaba estallado, y en cuanto lo abrió, ya se rompió en pedazos», cuenta Sergio, que al igual que Bea, piensa que fue un acto de vandalismo puro y duro, ya que en el vehículo estaba todo intacto y no faltaba nada. 

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