El chinchín más nostálgico de Ferrol y Narón: lista de lo que bebían nuestros abuelos

FERROL CIUDAD

Desde los escarchados de Destilerías del Noroeste a la ginebra Fockink
07 ene 2024 . Actualizado a las 12:02 h.Ferrolterra, fiestera Ferrolterra. Desde tiempos inmemoriales, la vida se celebra en la ría con una buena comilona sobre la hierba y bebidas inspiradas por los dioses. Hubo un tiempo en el que una docena de destilerías recorrían la carretera de Castilla y el río Xuvia, y hasta 16 fábricas de gaseosas burbujeaban por la comarca. Todas servían para autoabastecer fiestas y verbenas de Ferrolterra, Eume y Ortegal con nombres tan evocadores como la ginebra La Flota, el vermú Bambino o los clasiquísimos escarchados que solo elaboraban en la zona. En el chinchín más nostálgico de Ferrol, Narón, Neda y más allá, aquí va el listado de lo que bebían nuestros padres, madres, abuelos y abuelas.

Aquellos días de anisetes y rosas se recuerdan en bares de la época ya cerrados como el de Alonso Couce (Vila de Prados, Xuvia), donde colecciona botellas. «Tenemos de Licor 124, crema de guinda de las Destilerías Eirín de Xuvia, escarchados de Las Rías, ponche extra de J. Castro Pena que se hacía en Narón». Entre las empresas más emblemáticas destacan las Destilerías del Noroeste, cuya historia aparece en las publicaciones sobre Xuvia coordinadas por Fernando Masafret y Tomás Casal. Allí se elaboraban jarabe de limón, licor estomacal, brandy 600, brandi escarchado, vodka Mist...

Como hito comarcal e incluso gallego, habría que marcar 1977 o el año en el que Destilerías del Noroeste empezó a comercializar su licor de toxo. Para semejante epopeya, la empresa dedicó nueve meses de investigaciones químicas para paliar la falta de materia prima: para cada litro de licor se necesitaban 600 gramos de flor de toxo. La prensa de la época relataba «las dificultades por parte de los paisanos para recoger tojo, pese a pagar 300 pesetas por kilo».

¿Qué otros mejunjes celestiales llegaban a toldos y patrones? El anís escarchado 600, licor de guinda Doña Elena, licor muy seco de naranja De Nosa, ginebra destilada Mist, licor de café y crema de cacao Doña Elena, anisete Imprescindible... O todo lo que lanzaban las Destilerías Eirín: crema de guinda, ponche especial, ginebra Snipe, crema de anís, moscatel. Entre los más antiguos, el almacén de coloniales de Andrés Orosa Teijeiro e Hijos fundado en 1890: donde el químico Manuel Orosa destiló el licor de guindas Doña Maruja, anís La Reina, ponche Libunca. Antonio Mas fundaría en Fajardo La Murciana con guinda Doña Elvira.

No solo de los licores locales bebían los vecinos de Ferrolterra. En la generación de los 60, 70 o incluso 80 triunfaban la ginebra Fockink (con raíces nada menos que en el Ámsterdam de 1679) o el brandi Terry (gaditano pero con sangre irlandesa, que tanto arrasó en Ferrolterra que hasta algunos perros se llamaron Terry en su honor).
Más madera local: crema de menta de Orosa en Casadelos, ginebra fina La Ría, brandi de La Conquista, Kina San Antonio (como vino dulce o tónico), La Industrial Ferrolana con anisete María Dobarro, destilería Pita-Romero con ginebra y ron carta blanca War o guinda D.K. Los escarchados de Licores Rivas. O los jarabes DNO (Destilerías del Noroeste de los Eiroa), que se mezclaban con gaseosa y cubitos para los combinados más yeyé.