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La policía nacional de Ferrol incorpora el último modelo de pistolas eléctricas

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

Pistola eléctrica de la policía local
Pistola eléctrica de la policía local JOSE PARDO

Los dispositivos llevan cámara y tratan de evitar el uso de armas de fuego en los arrestos de personas violentas

04 feb 2025 . Actualizado a las 14:17 h.

Desde hace unos meses los agentes de la policía nacional de Ferrol disponen de cinco de los últimos modelos de pistola eléctrica. La marca es Taser y emite unas descargas eléctricas que paralizan al que las recibe. Lo más normal es que puedan llegar a derribarlo. Este método se ha diseñado para aquellos casos en los que hay personas muy difíciles de reducir y trata de evitar que se tengan que recurrir a armas de fuego. Las pistolas eléctricas son un recurso que hace años que se emplean en los operativos de todas las fuerzas del estado. De hecho, la policía local de Ferrol fue una de las primeras en incorporarlas.

¿Qué tienen las nuevas Taser de la policía nacional? La gran novedad es su precisión y que cuentan con una cámara que el agente lleva colgada en el pecho y que no solo graba la escena que tiene enfrente, sino en panorámica e incluso se conectan con las de otros policías del operativo. En Ferrol hay una por cada turno y los usuarios han tenido que realizar un curso especial para conocer todos los secretos de esta arma que pretende realizar arrestos con la mínima violencia posible. Un ejemplo sería la del hombre en Nochebuena que estaba fuera de sí en A Coruña y un policía tuvo que dispararle. Curiosamente este agente estuvo destinado hace años en Ferrol. «En ese caso se usó, pero la frecuencia no fue suficiente para paralizarlo y fue imprescindible recurrir a los disparos», explica uno de los agentes que la lleva en la ciudad.

Usada ya una vez para el arresto de una mujer fuera de sí y con problemas mentales

Ya se ha estrenado una de las nuevas pistolas para la plantilla del Cuerpo Nacional de Policía de Ferrol. Se hizo en el arresto de una mujer que estaba fuera sí y con problemas psiquiátricos. En el momento del disparo, la mujer recibió una descarga de unos 1.200 voltios. Y aunque ese voltaje puede parecer muy alto, no tiene por qué ser dañino, pero la policía apunta que se cuida de usarla en todos los casos. Nunca la emplean contra menores, personas mayores o gente que puedan tener problemas cardíacos.

La policía local de Narón también la ha usado para poner paz en numerosos tumultos. Un ejemplo fue la intervención realizada el verano del 2022, cuando tuvieron que reducir a un hombre que esgrimía un machete y llegó a herir a una persona en las fiestas de O Alto.

Policía local de Ferrol con la pistola eléctrica en el cinturón
Policía local de Ferrol con la pistola eléctrica en el cinturón JOSE PARDO

Un sistema que funciona solo a distancias cortas y con el que los agentes locales de Ferrol fueron pioneros en Galicia

Los agentes de la policía local de Ferrol fueron pioneros en el uso de las pistolas eléctricas en Galicia. El jefe del cuerpo en Ferrol, José Antonio Chao, explica que cuentan con seis: «La idea es echar mano de este sistema cuando no se puede controlar a una persona conflictiva o muy alterada, se trata de un paso anterior a tener que esgrimir un arma de fuego». Los responsables policiales, matizan que tampoco se usan a la ligera, porque se trata de un método lesivo, aunque no tanto como un balazo.

«Para empezar debes tener en cuenta que la persona hacia la que disparas suele caerse, así que se recomienda siempre hacerlo de espaldas, ya que la caída de frente puede ser más peligrosa, cuando no la podemos controlar», precisa un agente autorizado para emplear las nuevas Taser llegadas a la comisaría de Policía Nacional de Ferrol-Narón.

Los nuevos modelos tampoco son tan sencillos de llevar, porque implican llevar el dispositivo de la cámara que recoge no solo desde que se activa la pistola, sino segundos antes. Esta grabación es especialmente útil para esclarecer los arrestos, pero implica que el agente lleve, además de las dos pistolas (la reglamentaria y la eléctrica) otro aparato colgado del uniforme, algo que complica sus movimientos.

Al médico después del disparo

Cada vez que un uniformado emite una descarga el protocolo fijado estipula que la persona que la reciba debe acudir a un médico o a un servicio de urgencias, si sufrió daños en su piel. «Nosotros llevamos un instrumento para atenderlos y en el curso nos enseñan cómo hacerlo, pero siempre vamos a un sanitario por precaución», precisa uno de los investigadores autorizados para usar la nueva Taser.

La pistola dispara dos electrodos, dos pequeños dardos que se clavan como si fueran anzuelos y provocan la inmovilización mediante la transmisión de pulsos eléctricos de alto voltaje y bajo amperaje. Esta suerte de ganchitos están unidos a la pistola mediante un cable. No hace falta que se claven siempre en la piel, con tal de que prendan en la ropa ya transmiten una descarga paralizante de cinco segundos.