Ferrol, mi reino por unas tripas: «Del cerdo hasta los andares, viene gente de A Coruña a comerlas a propósito»

FERROL CIUDAD

El «tripódromo» del naval incluye desde bares míticos como el Meirás hasta desaparecidos como el Sur, con un plato de intestinos cocidos con aceite y un chorrito de limón
03 mar 2024 . Actualizado a las 22:50 h.Ferrolterra, imperio del cerdo. Donde hasta los intestinos se convierten en el más suculento manjar, en sana competencia con otras tierras carnívoras como Verín y resto del universo ourensano. Porque desde tiempos inmemoriales, Ferrol funciona como el mayor tripódromo de Galicia. Auténtico reino de las tripas, donde aquí se sirven cociditas, con aceite de oliva y un chorrito de limón. Los más atrevidos incluso le ponen un poquito de pimentón.
Hace un cuarto de siglo, los ferrolanos podían saltar de mesón de tripas en mesón de tripas por todo el barrio de A Magdalena. Pero ahora solo quedan catedrales de estas delicias como el Meirás. Capitaneado por Ángel Doce y Pepe Luaces, abrió hace casi 33 años. Y desde el primer día las tapas de tripas son unas de las más demandadas entre su numerosa clientela. La cocinera Loli Prados explica el secreto de su éxito: «Las echo en un barreño a desalar, con un limón cortado a la mitad y las dejo para el día siguiente». Tras esos preparativos, un día después las trocea y las meten la olla rápida: «Cuando empieza a hervir dejo tres minutos, apago y están listas».
En el mesón Meirás, junto al Cantón, se sirven con aceite de oliva virgen extra, patata cocida y limón. «Se trata de una tapa muy demandada, la gente viene expresamente a comerlas porque hay muy pocos sitios que las tengan», indica esta cocinera que lleva en este local 19 años. «Gustan tanto a la gente que hasta no sé lo que tienen para ser tan pedidas», se pregunta.

Un cliente da fe de que no hay nada mejor para llevarse a la boca: «Desde niño recuerdo a mi madre preparándolas en casa, del cerdo hasta los andares y aquí viene gente de A Coruña a comerlas», indica Ramón Santana. Lo corrobora uno de los dueños, Ángel Doce, «sí, sí, vienen desde A Coruña a comerlas a propósito». Se trata de un «plato mítico que preparamos desde los primeros días del Meirás, hasta lo piden los turistas... el otro día estuvieron aquí unos croatas que las comieron a Dios».
Santana prefiere tomarlas a pelo, sin aceite ni limón, solo con patatas «para saborear bien la tripa». ¿Dónde más las hacen así en Galicia, cocidas de este modo? Ángel cree que en Lugo, pero «en el resto de Galicia y en España no las hacen así, pueden prepararlas fritas o en chicharrón pero no cocidas». Muchos visitantes del sur incluso les preguntan cómo las hacen.
Otros enclaves mitificados con razón para las tripas son el Cabazo o el desaparecido El Sur. Se siguen preparando como tapa en locales de la carretera de Catabois, como el Bahía. La lista del tripódromo o tripacedario se completaría con el Carballo en el barrio de Caranza (donde las ponen todos los viernes como pincho y se pueden pedir para llevar), en la Casa Marinito de O Val (Narón), el Bar Rodas de As Pontes, el Bar Rego de A Gándara (todos los domingos con el vermú), el Ánimas de la plaza de Sevilla o el Chámalle Como Queiras de Xuvia (Neda).
Y antiguamente proliferaban por los bares del Inferniño. Como auténticos bocados de cielo, directamente llegados desde el cortello.