Mujer y jefa de la Policía Local de Cabanas: «He tenido que demostrar el doble que un hombre»
FERROL CIUDAD

Isabel Rodríguez estudió Criminología en Santiago y en el 2002 le tocó poner en marcha el cuerpo de seguridad en este concello: «Empezó conmigo»
21 mar 2024 . Actualizado a las 11:58 h.Isabel Rodríguez Fraga (Valdoviño, 47 años) estudió Criminología en Santiago. «Tenía vocación por las fuerzas de seguridad, me quedé en la policía local porque mi familia no me apoyó para presentarme a la escala ejecutiva de la nacional, porque tendría que pasar tiempo fuera. Me gusta la rama de investigación y esto no tiene nada que ver», reconoce. Aprobó en 2002 y le tocó poner en marcha la Policía Local de Cabanas: «Era la primera plaza, arrancó conmigo, cuando llegué no había ni coche ni dotación, ahora tenemos dos coches, chalecos... e incluso una [pistola] eléctrica. Se tardó muchísimo, los políticos no están por la labor de gastar porque no le ven utilidad, cuando somos un medio básico de seguridad».
Casi siempre ha trabajado sola y ahora lleva tres años con un policía. «Antes, sin móviles, me iba por una llamada y no sabían ni dónde estaba, era complicado de cara a la seguridad. Siempre hay situaciones delicadas e historias... he tenido gran apoyo de la Guardia Civil», agradece. «Hay momentos difíciles —admite—, pero al final es satisfactorio ver que puedes ayudar a la gente, en pequeñas o grandes cosas. En un concello como este abarcas todo, desde un árbol o una zanja a temas urbanísticos, medio ambiente, violencia de género...».
Antes, en los breves períodos en los que tuvo algún compañero, sí vio cómo «alguna gente, no de aquí, sino de paso, y mayor», se dirigía a él antes que a ella. «Ahora, al tener ya canas, se dirigen a mí», ríe. Entre los vecinos, todos la conocen y recurren a ella, «más por veteranía que por mujer». Como responsable policial, alerta de la brecha salarial entre concellos: «Quiero pensar que el hecho de ser los peor pagados de la zona [Cabanas] no responde a que haya una mujer al frente [...]. Es como si tuviera que demostrar el doble que un policía hombre en las mismas condiciones».