De ruina total a casa marinera con encanto en el corazón de Ferrol Vello: «Es una pequeña joya de la arquitectura tradicional del muelle»
FERROL CIUDAD
El constructor Enrique Guerreiro y el estudio EM2 se han aliado para devolver la vida a una de las pocas viviendas de pescadores que se conservan en el muelle
05 jun 2024 . Actualizado a las 12:53 h.A paso lento pero seguro camina la regeneración urbanística de Ferrol Vello de la mano de promotores privados como el constructor de As Somozas Enrique Guerreiro. A la espera de que el Plan Rexurbe despegue con fuerza y por fin se haga visible en el barrio portuario (en seis años solo se ha rehabilitado un edificio al amparo de este programa de la Xunta), promotores privados como él están devolviendo la vida a viejas y decrépitas edificaciones como la que se alzaba en el número 3 de la calle Espíritu Santo, frente al antiguo Cuartel de Instrucción. Guerreiro la compró en el 2018, y seis años después, tras varios parones por la pandemia del covid, luce totalmente renovada. «Es una pequeña joya de la arquitectura tradicional marinera del muelle y una de las pocas casas de pescadores que quedan en el barrio», señala la arquitecta Montse Ruiz mientras abre la puerta de «puxigo» que da acceso a la vivienda.
Ellas y sus compañeras del estudio EM2 de Ferrol se aliaron con Guerreiro para rehabilitar la vivienda manteniéndose fieles a su esencia marinera, pero sin renunciar a las comodidades del siglo XXI. «Se trata de una casa muy eficiente, porque está aislada tanto acústica como térmicamente y el agua y la calefacción, con suelos radiantes, funcionan mediante un sistema de aerotermia de muy bajo consumo», advierte Ruiz.
Junto a la hija del promotor, Nerea Guerreiro, que se encargó de la decoración con la ayuda de las profesionales de Rusán Mobiliario, la arquitecta hace de «cicerone» en un recorrido por esta coqueta vivienda, que exteriormente llama la atención por sus puertas, balcones y ventanales azules —de madera de castaño— y por sus exiguas medidas. «En el interior solo hay tres metros entre los muros medianeros, aunque en la parte trasera se ensancha», detalla Ruiz.
La arquitecta explica que la estructura parcelaria de la propiedad se remonta a la época medieval, cuando a esta zona del muelle todavía llegaba el mar, aunque la edificación sobre la que se actuó probablemente se levantó a finales del siglo XIX o principios del XX. Y lo que se primó en la rehabilitación, destaca, fue sobre todo la búsqueda de luz. «La casa estaba dividida de tal forma que era muy oscura, así que optamos por abrir un hueco dentro de la vivienda que va desde el bajo hasta el segundo piso y también hicimos un lucernario en el tejado, justo encima de ese hueco, por el que entra la luz», anota Ruiz. Las escaleras y los pasillos con barandillas que conectan las diferentes estancias remiten a las entrañas de un barco. Y lo mismo sucede con la iluminación, con apliques redondos que recuerdan a los ojos de buey.
La casa se distribuye en tres plantas, con una cocina-sala de estar, cuarto de baño y sala de servicios en el bajo; y un dormitorio, cuarto de baño y zona de descanso tanto en el primer como en el segundo piso. «Sin el hueco de luz podríamos haber hecho cuatro habitaciones en vez de dos, pero apostamos por la calidad espacial y lumínica», recalca la arquitecta.
Tras haber abierto una casa rural de San Andrés de Teixido, Enrique Guerreiro se muestra encantado con esta nueva rehabilitación en el muelle de Ferrol —que destinará al alquiler—, donde ya está recuperando otro edificio también para arrendar en la calle Benito Vicetto. «Para mín Ferrol Vello é a mellor zona da cidade, polo seu encanto e por estar pegada ao mar, e aínda que todavía queda moito por facer, penso que ten moitísimo potencial», valora el promotor. De ese «renacer» del muelle también dan cuenta los proyectos en los que trabajan estudios de arquitectura locales como EM2. «Esta es nuestra tercera rehabilitación en Ferrol Vello y ya estamos trabajando en tres proyectos más», apunta Montse Ruiz.