Una empresa de reformas acumula decenas de reclamaciones judiciales en Ferrol

FERROL CIUDAD

La mayoría son adelantos de obras que nunca se hacen y trabajos mal ejecutados
23 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.No siempre tiene el mismo nombre, pero sí el mismo jefe al mando: se trata de una pequeña empresa de reformas gestionada por un vecino de Ferrol que acumula decenas de reclamaciones judiciales y denuncias. Para el pasado jueves estaba fijado uno de los juicios que tiene pendientes, pero este hombre no se presentó y no pudo celebrarse. Incluso el titular del Juzgado de lo Penal 2 de Ferrol llamó por teléfono al encausado, que primero se excusó ante su propio abogado alegando que tenía covid para después acceder a presentarse en un par de horas. En especial tras escuchar las advertencias del juez sobre las consecuencias de no presentarse, como ya ha repetido en otras ocasiones.
A las puertas de la sala de vistas esperaba el abogado de otro de los acusados, que está imputado, pero es una víctima más, ya que era uno de los obreros que contrató. «Trabajó un par de días con él y después se fue, porque ya vio lo que había y que tampoco lo iba a dar de alta, entre otras muchas irregularidades», precisa el abogado Alejandro Cortizas sobre una causa en la que se les reclamaba más de 2.000 euros, un adelanto que entregaron unos clientes por una obra que nunca se realizó. Cortizas también representa a un matrimonio de la comarca que lo contrató para la reforma de un patio en su casa de Neda. «Las obras están tan mal ejecutadas que hay ríos de agua en una zona donde no había humedades, el problema es que ahora rehacer ese trabajo cuesta más de lo que le pagaron», relata Cortizas.
Son decenas los casos abiertos contra este trabajador del sector de la construcción que va cambiando el nombre de su empresa de reformas para eludir la mala reputación y las denuncias que le realizan sus clientes y sus propios trabajadores, a los que también debe dinero y no siempre da de alta en la Seguridad Social. Para colmo, terminan procesados en alguno de los casos, como sucede en el de esta semana. El modus operandi más habitual con este constructor es pedir un adelanto por los trabajos que le encargan y realizar una pequeña parte para desaparecer con el dinero.
En otros casos el resultado de sus trabajos es tal fiasco que los clientes lo tienen que denunciar. Ahora mismo, el Juzgado de Primera Instancia número 1 lo ha declarado en rebeldía por no presentarse a las múltiples citaciones que le han enviado sobre un proceso de una obra que dejó a medio hacer y con deficiencias notables: «Ante la chapuza soberana que estaba realizando se le comunicó que abandonase la obra», resume la acusación.
«Hay un grupo en redes: Damnificados por Construcciones y reformas P. G.»
Miguel Ángel Dopico Méndez es uno de los clientes afectados por el proceder de un constructor con muchas causas abiertas en los juzgados: «Incluso hay un grupo de afectados en Facebook: se llama Damnificados por Construcciones y reformas P. G.», cuenta sobre un espacio en la red donde se alerta de los nuevos nombres que va adoptando este contratista y hasta se aportan imágenes de las cuentas en las que ofrece sus trabajos. Algunas están en plataformas como Wallapop o Milanuncios. En estos espacios Pablo G. anuncia que realiza todo tipo de trabajos tanto en el exterior como en el interior de las viviendas y hasta movimientos de tierras.
«De alguna manera me siento afortunado, porque nosotros le hicimos todos los pagos a través del banco y podemos acreditar el dinero que le hemos entregado, porque él insiste en que se le pague en mano y nosotros siempre nos negamos; es más, fue algo que nos hizo sospechar», cuenta Miguel Ángel Dopico sobre una obra que quedó muy mal y por la que pagó 6.000 euros.
Amenazas
Otro de los problemas que denuncian los afectados por la mala praxis de este pequeño constructor es su respuesta a las quejas: «Reaccionaron de forma violenta con amenazas e intimidación, en especial por parte de la mujer de él, que se negaba a asumir que había algo mal hecho, así que al final tienes que pedirles por favor que se marchen», precisan los afectados. El denunciado ni siquiera ha contratado abogado, lo representan diferentes letrados del turno de oficio.