Las «artesanas» triunfan en Ferrol: «Es comer lo mismo de otra manera»
FERROL CIUDAD

La novedosa propuesta ha hecho de Artesa un restaurante de gran éxito
05 jul 2024 . Actualizado a las 18:44 h.En 2019, Artesa Colmado Bar abrió sus puertas de la mano de Alicia Bellón bajo la idea de, con un producto conocido y de calidad, crear «algo diferente». Desde hace tres años, el negocio pasó a manos de Pablo Santiago, primo de Alicia. Pese al cambio, el local no modificó su imagen y ambiente familiar. «Te sientes como en casa», cuenta Inés, camarera e hija del actual propietario.
Artesa funcionó bien desde un primer momento. «Al principio la gente del barrio nos acogió muy bien». Poco a poco la fama del restaurante fue creciendo y «empezó a venir más gente de otros lugares». A causa de ello, el pasado año ampliaron el restaurante con la apertura de un comedor con aforo para unas 40 personas. Inés relata que el nuevo espacio les permitió satisfacer la demanda y acoger «a más gente, grupos más grandes». El negocio no ha dejado de crecer y atrae a un público cada vez más grande: «Viene mucha gente de Coruña y de otras zonas de Ferrolterra».
El gran reclamo
El principal atractivo de Artesa son sus famosas «artesanas», compuestas por una base de pan gallego y queso de Arzúa, San Simón u otro de la tierra a la que se le añaden distintos ingredientes también principalmente autóctonos. Podrían confundirse con plato muy conocido, pero para evitarlo, en su cuenta de Instagram —@artesaferrol— avisan: «No son pizzas, son artesanas». Inés Santiago atribuye el éxito a lo diferente del plato, ya que «es comer lo mismo pero de otra manera», así como a la calidad del producto, «está muy rico, la gente repite porque les gusta». En la carta figuran 16 «artesanas» diferentes y entre las más solicitadas destacan la de jamón asado y queso San Simón, lacón con grelos y chorizo, calabacín y queso galmesano, y pulpo con grelos. Además, incluye opciones sin gluten y sin lactosa.
No obstante, según Inés, la clave del éxito reside en «el servicio, la atención». Más allá de la rica y variada oferta de platos —a lo que también atribuye gran importancia—, la joven destaca el «trato cercano» y hace especial hincapié en que los clientes «se vayan satisfechos», algo que, afirma, siempre se cumple.
La carta del local va más allá de las famosas «artesanas». Podemos encontrar tablas, entrantes, ensaladas, postres y platos veganos; así como desayunos o vinos. Pues Artesa es algo más que un restaurante, «hay gente que viene a tomar algo, es un lugar de reunión entre amigos», cuenta Inés.
Nuevas fronteras
Este año se inauguró Artesa Ferrol-Madrid, el homólogo del espacio ferrolano en la capital. Nació con la idea de replicar el ambiente familiar que se vive en el local original. Inés afirma que está funcionando «muy bien» y «sirve para llevar a muchos gallegos productos de aquí».
Mirando al futuro, no descarta la posibilidad de abrir en otras ciudades.