El antiguo Almacenes Olmedo aún tiene el topónimo que impuso la dictadura
27 ene 2025 . Actualizado a las 11:29 h.En el año 1985, mucho antes de la aprobación de la Ley de Memoria Histórica, el gobierno local de Zamora, entonces presidido por el socialista Andrés Luis Calvo, promovió un cambio histórico en el callejero que acabó de un plumazo con medio centenar de vestigios franquistas en otras tantas vías, plazas y lugares públicos de la conocida como «perla del Duero». Sin embargo, a día de hoy todavía hay algunos que perviven en pleno casco urbano zamorano y que llaman la atención de los forasteros, sobre todo si estos proceden de Ferrol, la ciudad en la que nació el dictador Francisco Franco y al que durante cuatro décadas debió el apellido «del Caudillo», un latiguillo del que por fin se pudo desprender oficialmente en 1982.
Precisamente, ese topónimo anacrónico y desfasado se mantiene aún en el edificio de viviendas de la calle Cortinas de San Miguel en el que antaño funcionaron también los históricos almacenes Olmedo, de origen pontevedrés, un inmueble que fue diseñado a mediados de los años 50 por el afamado arquitecto Alejandro de la Sota, también oriundo de la ciudad del Lérez.
Olmedo llegó a ser líder del sector textil en su época, se expandió más allá de las fronteras gallegas y tuvo tiendas en ciudades como «Zamora, Barcelona, Oviedo, Vilagarcía, Bilbao, Palencia, León, Santiago, Valladolid, El Ferrol del Caudillo, Lugo, Vigo y Pontevedra», tal y como se lee en la fachada del edificio de Alejandro de la Sota, sobre las letras de «Almacenes Olmedo».
Hace ya muchos años que la afamada cadena gallega entró en declive y fue cerrando de forma progresiva todas sus tiendas, pero la fachada del edificio que albergó la sucursal zamorana de los almacenes Olmedo, activa hasta principios de los años 90, sigue igual, como testigo de los años dorados que vivió la cadena. Como se recogía en un artículo de La Voz de Galicia sobre los históricos almacenes, «salvando las distancias, claro está, Olmedo fue el Zara de su tiempo, y curiosamente, su ocaso coincidió con el inicio del despegue del imperio de Amancio Ortega, aunque es evidente que no tuvo nada que ver una cosa con la otra».
Pese a que el inmueble que en su día albergó la sucursal zamorana de Olmedo está considerado como uno de los ejemplos más sobresalientes de la incipiente modernidad arquitectónica española y referente de innovación formal, el edificio no cuenta con ninguna protección especial en el Plan de Urbanismo de Zamora, según apuntan fuentes del gobierno local de la ciudad leonesa. Y con respecto a la aplicación y cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, señalan que «se trata de una propiedad privada y, por tanto, no corresponde al Ayuntamiento realizar esta tarea». En este sentido, dicha normativa establece, en su artículo 35, que «cuando los elementos contrarios a la memoria democrática (entre ellos, los topónimos) estén ubicados en edificios de carácter privado o religioso, pero con proyección a un espacio o uso público, las personas o instituciones titulares o propietarias de los mismos deberán retirarlos o eliminarlos».
Almacenes Olmedo en Ferrol
Almacenes Olmedo ya tenía tienda en Ferrol en los años 30 y el 7 de abril de 1941 inauguró unas nuevas instalaciones que causaron gran expectación en la ciudad, según contaban las crónicas de la época. «Fastuosa (esta es la palabra, sin hipérbole), la nueva instalación que los Grandes Almacenes Olmedo inauguraron ayer en su importantísima casa de El Ferrol del Caudillo, una de las principales sucursales de las varias que cuenta en la región gallega esta tan popular como acreditada firma comercial», informaba un artículo de La Voz de Galicia publicado el 8 de abril de 1941. Y la misma crónica detallaba a continuación: «El aspecto externo es ya de aspecto señorial; sus grandiosas exhibiciones en amplísimos escaparates, verdaderos salones por su magnitud, en donde los tejidos diversos y las confecciones se muestran artísticamente combinados e iluminados ad hoc, con un brillo y una intensidad verdaderamente deslumbradores. Exhibición e iluminación que realmente constituye un deleite de la vista y del espíritu y que es algo muy nuevo, y muy atrayente».