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Una pizzería de Viveiro lleva pedidos hasta el puente sobre el río Sor a clientes de Mañón, que no pueden cruzar a Lugo

Lucía Rey
Lucía Rey VIVEIRO / LA VOZ

MAÑÓN

José Manuel Vázquez, Leman, que lleva hasta el puente del Sor pizzas a clientes de O Barqueiro
José Manuel Vázquez, Leman, que lleva hasta el puente del Sor pizzas a clientes de O Barqueiro PEPA LOSADA

El río ejerce de frontera natural entre las provincias de Lugo y A Coruña

04 jun 2020 . Actualizado a las 10:19 h.

Paradójico, pero real. Una pizzería de Viveiro tiene que desplazarse hasta el puente sobre el río Sor, frontera natural entre las provincias de Lugo y A Coruña, para entregar pedidos a clientes que viven en O Barqueiro (municipio de Mañón), y que debido a las restricciones de movilidad derivadas del estado de alarma por el coronavirus en este momento no pueden cruzar el viaducto, puesto que todavía está prohibido cambiar de provincia. El propietario del grupo Galipizza, José Manuel Vázquez, Leman, de cuya pizzería de Covas parten estos encargos, ve «bastante absurda» la situación que se está dando en el límite entre los municipios de O Vicedo (Lugo) y Mañón (A Coruña). Especialmente teniendo en cuenta que un buen número de personas procedentes de otras comunidades autónomas han entrado en Galicia sin mayores problemas en las últimas semanas con la intención de llegar a comarcas como la de A Mariña, donde la incidencia del coronavirus ha sido hasta ahora bastante baja, pese a que en el Hospital de Burela se han registrado hasta la fecha seis fallecimientos por covid-19.

Servicio a domicilio

En ese sentido, el empresario viveirense precisa que ha detectado esa llegada de foráneos en el servicio a domicilio de la pizzería, aunque considera que parte de la gente que ha venido se ha refugiado en casas o en viviendas apartadas más que en entornos urbanos y edificios con donde reside más gente, tratando, quizá, de pasar un poco más desapercibida en el contexto actual.

Leman comenta que la restricción de movilidad entre Galicia y Asturias, cuyo límite marca el puente de los Santos, se está percibiendo de manera notable en la facturación del establecimiento hostelero que tiene el grupo en Ribadeo, y que reabrió hace algunas semanas. «Nótase moito que non podan pasar asturianos», indica.