Se extienden por la comarca los espacios de coworking, donde profesionales diversos comparten espacio de trabajo y desarrollan proyectos conjuntos
22 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Crecen de forma exponencial. El auge de los espacios de coworking, las oficinas abiertas y compartidas por distintos profesionales y empresas, se está extendiendo por la comarca. Esta vuelta de tuerca a los ya clásicos centros de negocio tiene ejemplos en Ferrol, y despunta en Narón, municipio que acaba de reforzar su oferta con la apertura de otro establecimiento de este tipo.
El secreto, «agrupar profesionales independientes y pequeñas empresas de sectores afines o no y lograr que se conecten sus trabajos y que conecten sus clientes para aumentar su capacidad productiva», apunta Antonio Regueiro, gerente de Arena 76, centro de negocios situado en el polígono de A Gándara.
En definitiva, que el cliente de una empresa pueda convertirse en usuario de los servicios del emprendedor ubicado en la mesa de al lado, y que los distintos «coworkers» planteen colaboraciones entre sí o proyectos conjuntos. Junto a esas ventajas, hay otras más directas y evidentes.
Como si de un piso compartido se tratara, buena parte de los usuarios de este tipo de espacios llegan atraídos por el ahorro derivado de compartir los gastos fijos: luz, agua, teléfono, internet...
Y así surgen tarifas «low cost» y ofertas a medida, que ponen al alcance de los freelance trabajar fuera de casa y contar con unas instalaciones adecuadas para recibir a los clientes por unos 100 euros mensuales.
El listado de espacios de coworking en la zona no para de crecer. As built coworking en el Callao o el citado Arena 76 son son dos de los veternanos... a ellos se une desde ahora 156 Coworking, en el número citado de la carretera de Castilla. Unas instalaciones con capacidad para 20 trabajadores y el proyecto en cartera de duplicar esta cifra.
Queda por ver si no se trata de una burbuja. DIN Narón cerró en diciembre un espacio de este tipo en Río do Pozo, donde en semanas se abrirá Arena 40, centro de negocios a la vieja usanza.
Samuel Paz, socio de 156 Coworking: «Queremos conseguir un ecosistema autosuficiente»
Como salida para no tener que dejar Narón, optó por emprender, junto a su pareja. Y lo hizo impulsado un proyecto «para ayudar a emprendedores». Transformaron un antiguo almacén de vinos de unos 350 metros en un espacio funcional con zonas de trabajo compartidas, espacios individuales para empresas, áreas para eventos y cursos para los coworkers y espacios de descanso. Los destinatarios, según señala, son «profesionales liberales, emprendedores, pymes... casi cualquier perfil».
156 Coworking arrancó el sábado con una abogada y sus dos promotores, un antropólogo y una diseñadora industrial. Y ya hay emprendedores interesados en incorporarse. Se muestra convencido de que llegarán nuevos freelancers atraídos por el ahorro, aunque su reto es «conseguir un ecosistema autosuficiente» con el que todos salgan ganando.