
Los espacios abiertos aguantan mejor la situación que los locales cerrados
22 ago 2020 . Actualizado a las 11:31 h.El covid ha terminado, momentáneamente, con las aglomeraciones. Ha ocurrido con las más grandes, como los conciertos o espectáculos deportivos, y aquellos más pequeños como una reunión familiar. Los cumpleaños no iban a ser menos, sobre todo los infantiles, donde es común que acudan muchos niños. Esto lo está sintiendo el sector de recintos infantiles, aunque a diferentes ritmos según las instalaciones.
Aquellos en la naturaleza y con espacios abiertos son los que mejor están soportando la crisis, como Aldea Nova, en la parroquia de Sedes, en el concello de Narón. Desde este espacio comentan que están organizando bastantes cumpleaños. Destacan la suerte de poder realizar casi todas las actividades al aire libre, algo que inspira mucha confianza en esta época.
Los grupos de niños se han acortado, muchas veces por iniciativa de los padres. Las medidas que han tomado, aparte del uso de mascarilla y la desinfección e higiene continua, son dar la merienda a los pequeños de forma individual y, al momento de soplar las velas, separar el trozo del homenajeado para que se haga ahí. Además, dos monitoras vigilan constantemente al grupo para que nadie se despiste.
En el área recreativa de Pedroso, también en Narón, están teniendo una época más dura. Aun así, han podido mantener la actividad. Allí, aparte de lo impuesto por el protocolo, hacen un listado con todos los miembros de los grupos asistentes y un adulto responsable que, en caso de que algún niño dé positivo, está obligado a informar a la organización para iniciar el rastreo.

Los negocios que verdaderamente están sufriendo son los recintos en espacios cerrados. Lugares como Burbujas, junto al centro comercial Odeón, están saliendo perjudicados por la idea de que, al no ser al aire libre, se corre más riesgo de transmisión.
Ellos desmienten esto e insisten en que están cumpliendo a la perfección las medidas que han declarado las autoridades; es más, se está sobreactuando. Dentro de estas actuaciones se recoge la higienización del calzado al entrar y los juguetes tras cada uso, la eliminación de los disfraces y las bolas de plástico, la desinfección diaria de espacios comunes como sillas o módulos de juego, el uso de hidrogel antes y después de cada actividad o el tener una tarta falsa para que el cumpleañero pueda soplar las velas de forma segura.
Esta situación, aseguran, no es exclusiva de ellos; el resto de profesionales con locales así con los que han hablado están notando los efectos del covid. Este verano Burbujas se centra esencialmente en los campamentos de día, donde no ha habido ningún susto y agradecen que «todo el mundo cumpla las normas».
Otra opción son las celebraciones en fincas y lugares privados, donde cada padre puede organizar todo bajo su responsabilidad. Es el caso de una madre de Ferrol que recientemente organizó una fiesta para su hijo. Ella señala que su solución ha pasado por invitar solo a los niños con los que el homenajeado lleva jugando todo el verano. Esta medida, comenta, hace que aparte de reducir el número de asistentes se controlen mejor las interacciones entre ellos.