En el cementerio de vehículos de Narón: «El abandono es alto, pero nunca de coches caros»

Sepultados bajo una capa de polvo, sueñan con su regreso al asfalto 26 coches, un quad y dos ciclomotores en el camposanto del motor de Narón. Junto a la carretera de Cedeira se encuentra el depósito municipal de vehículos, a cargo del Concello y custodiado por la Policía Local. Y allí van a parar desde los autos abandonados en la vía pública, a los embargados por los juzgados u otros organismos como Hacienda, o finalmente los incautados por la comisión de un delito. Al frente del depósito se encuentra el agente de la Policía Local de Narón, Carlos Carral, que destaca que «el abandono en la vía pública es bastante alto para una ciudad de 40.000 habitantes, pero en la calle nunca o casi nunca se dejan coches caros... los de alta gama proceden de embargos».

Así ocurre con varios Audis que se pueden ver en este espacio de 300 metros cuadrados, que antes era utilizado por la empresa Urbaser. «En los coches que puedes ver aquí tenemos un tercio de abandonados en la vía pública, otro tercio de embargados y otro de incautados», explica el responsable de este depósito. En lo que va de año, ya se han controlado cerca de 30 coches abandonados en la calle «y el año pasado oscilaron entre 50 y 60». El 70 % de ellos ya son sacados por los propietarios de la vía pública previa notificación. El resto vienen para este espacio en la entrada del polígono de As Lagoas, en una gran nave en cuya entrada aparca el parque municipal (vehículos de la propia Policía Local o de la cuadrilla de obras). Y si los propietarios siguen sin recogerlos, acaban en el desguace tras la baja definitiva (centros de tratamiento autorizados, sobre todo Desguaces Noroeste en Narón o Vilabella en As Pontes).

Los abandonados que acaban en este depósito «ya suelen quedarse para siempre, es muy raro que los dueños vengan a buscarlos». Aquí tuvieron un coche durante diez años, desde 2013 a 2023. La mayoría pasan aquí entre cuatro o cinco años. Algunos ya son directamente retirados del asfalto por los agentes por encontrarse en una situación «que supone un peligro para la vía pública».

Las incautaciones son realizadas por Policía Nacional y Guardia Civil (que también pueden pedir una retirada de la calle), los precintos o embargos solicitados por los juzgados o Hacienda. «Los decomisos se producen por la existencia de un delito, por ejemplo porque el auto ha sido robado o involucrado en operaciones de tráfico de drogas, en ese caso el vehículo se pone a disposición judicial y hasta que lo ordene el juzgado no se devuelve al propietario», indica Carlos Carral.

En 2022 se reorganizó el depósito para agilizar más los expedientes, por ejemplo en el pasado agosto se ordenó la retirada de 22 vehículos de la calle. «Ahora procuramos gestionarlo todo desde la vía pública, le damos al dueño dos notificaciones (para la primera esperamos un mes) y después se publica en el BOE», priorizando siempre que el propietario lo acabe retirando. En este almacén, hay un coche sin carné decomisado por un delito contra la seguridad vial. Muchos tienen 20 años de antigüedad. Narón carece aún de una ordenanza para la gestión de coches abandonados, y todo se regula por la ley.

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