Un plantón deja una deuda de 840 euros en una parrillada de Narón: «Se levantaron por estar en dos mesas»

Bea Abelairas
B. abelairas FERROL / LA VOZ

NARÓN

Vanessa Solana, en el local, donde el sábado tuvieron un plantón de 19 comensales
Vanessa Solana, en el local, donde el sábado tuvieron un plantón de 19 comensales JOSE PARDO

Los camareros estaban a punto de sacar los primeros platos cuando 19 de las 20 personas que habían reservado se levantaron de sus sitios, solo uno se quedó a cenar

17 dic 2024 . Actualizado a las 09:07 h.

Vanessa Solana y Daniel Caamaño regentan la parrillada Minuetto en Narón y el pasado sábado, jornada grande de cenas y reuniones, tuvieron algo similar a un plantón que les supuso 840 euros de pérdidas. Algo similar a un simpa, aunque los protagonistas no llegaron a cenar: «Fue una persona la que alborotó todo, cuando estaban sentados y ya las almejas preparándose, así como otros platos, dijo que en dos mesas no querían comer, porque eran 20 personas, y montó un follón hasta que se fueron todos del local, menos uno», precisa este hostelero que ahora trata de salvar la comida que había comprado para esta pandilla.

«Hemos elaborado pinchos y raciones, pero ha sido una gran pérdida, porque estaban contratados 18 menús cerrados y dos personas más que querían comer a la carta», dice sobre un problema que no es nada habitual. De hecho, alega que nunca había tenido casos de grupos que se iban sin pagar.

Esta vez, además, había clientes y conocidos en el grupo. «Los puse en dos mesas porque a 20 personas no se las puede acomodar en una mesa larga, ¿qué podía haber hecho? Sacarla a la calle», aduce. Fueron 19 personas las que se levantaron con la comida a punto de servirse, pero una no quiso hacerle semejante feo al hostelero y pidió quedare en otra mesa a cenar. «Preguntó en otro grupo y se quedó allí tan ricamente, abonando lo suyo», dice Daniel, que muestra su disgusto por un plantón que nunca habría imaginado cuando estaba ordenando el local para las cenas.

La mejor parte de esta celebración fue para el resto de clientela de un local que lleva cuatro años abierto en Narón, porque durante el fin de semana han tomado tapas especiales, elaboradas con las viandas que formaban parte de los menús que se pudieron llegar a servir y que estaban encargados.

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Iván Graña es uno de los comensales que abandonó el local y asegura que habían realizado la reserva hace dos meses: «Lo lógico es que fuese una sola mesa, nos sentimos discriminados». Relata que cuando le preguntó a los responsables del local la razón por la que colocaron una mesa para 14 personas y otra de 6, el propietario le replicó: «¿Qué queréis? que mueva las columnas del local para que podáis comer juntos». También detalla que el trato que les dio el propietario del local fue despectivo y por eso se fueron.