Dentro de la increíble casa San Román, de la ruina a vivienda vacacional: «Podrán hacerse bodas»
NARÓN
La gran joya indiana de Narón renacerá gracias a Juan Ramos y Patricia Lorenzo
16 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Entre el misterio victoriano y el encanto indiano, dormita la increíble casa San Román. Aquellos que se adentran en ella sienten amor a primera vista... y cierta nostalgia por el esplendor perdido. Pero muy pronto saldrá del sueño eterno, gracias al proyecto de sus nuevos propietarios. Quieren convertir esta emblemática mansión de Narón en una vivienda vacacional: «Y además podrán hacerse bodas y otros grandes eventos». Juan Ramos y Patricia Lorenzo ya proceden del sector. Y nada más hacerse con la propiedad en la subasta celebrada en noviembre, se pusieron manos a la obra para devolver a San Román la gloria del pasado: «A los vecinos de Xuvia les decimos que lo más pronto posible tendremos aquí una vivienda vacacional, y la gente que quiera hacer aquí una boda (con su luna de miel) y otra gran fiesta podrá alquilarla».
Con su icónico tejado de zinc y dos leones de piedra que custodian las puertas, San Román ocupa más de 700 metros cuadrados y a mayores tiene una finca de unos 7.500 metros. El edificio (con más de 150 años de historia) que se destinará a vivienda vacacional tiene planta baja, primera, segunda y un altillo con cúpula: como un antiguo palomar o salita de juegos, revestido de coloristas aplicaciones con encanto (entre los que se adivinan periódicos de principios del siglo XX). Todo queda enlazado por una majestuosa escalera de caracola que trae luz a los suelos de mámol.
La casa San Román fue promovida por el ilustre marino e hidrógrafo Claudio Montero Gay (1824-1885), que a su vuelta de Filipinas encargó la construcción. Y con el tiempo pasaría a sus descendientes, los San Román.
Aunque en un principio los nuevos dueños pensaban en un hotel, el destino final será para vivienda vacacional con diferentes habitaciones «y aprovechando el enorme terreno trasero con carpas». También hay construcciones auxiliares que siguen en pie, como una pajarera con azulejos a la entrada.
Admite Juan que «hace muchos años pasé por aquí y vi la casa, al enterarme de la subasta decidí participar y ahora mantendré todo su espíritu indiano, porque es su seña de identidad». Y Patricia recalca que «el diseño original permanecerá, queremos potenciar aún más la belleza natural de San Román».
Una apasionante historia de leones, minaretes para otear el horizonte y un diamante
Antes de que esta joya arquitectónica de Xuvia regrese a sus años dorados, San Román pasó por una travesía en el desierto durante las últimas décadas. Su apasionante historia incluye leones de piedra que aún se mantienen en pie o elementos ya desaparecidos, como unos minaretes a los que se subían los San Román a leer novelas de aventuras u otear el horizonte de Xuvia. También forman parte del pasado una bañera de mármol negra hecha con un solo bloque de piedra serpentina de Moeche, un cocodrilo disecado de Filipinas o una réplica del Ko-i-Noor (el mayor diamante del mundo).
Juan y Patricia tienen a mano uno de los libros coordinados por el cronista Fernando Masafret (Narón, Xuvia, Neda); «para tomar nota de los detalles de las fotos y mantener el encanto original». El interior del edificio se encuentra en buen estado, no hay goteras. Y se conservará todo lo posible: los suelos de madera, los azulejos, la simbólica escalera de caracol. Siempre con esa intención de «darle un uso de alquiler para vivienda vacacional, bodas o eventos».