Tras tres décadas, se va satisfecho con los servicios logrados para las personas con discapacidad
27 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Fernando Nieto Cortijo (Madrid, 1953) ha renunciado a la presidencia de la Asociación Pro-Minusválidos de Ortegal (Aspromor) después de 30 años, prácticamente el tiempo de vida de la entidad. Aduce «razones personales y organizativas» y la necesidad de «renovar». Una treintena de usuarios de varios concellos acuden a diario al centro de Aspromor en Ortigueira.
-¿Qué razones le han llevado a dimitir y por qué ha tomado la decisión ahora?
-Razones personales me mueven a tomar la decisión, son muchos años de esfuerzo, de sacrificar mi tiempo y el de mi familia, sin duda ha llegado la hora de vivir Aspromor desde otra perspectiva. Pero también razones organizativas, hay un trabajo hecho, en parte desarrollado y en parte para desarrollar, y es necesario renovar, máxime con la profesionalización de la gerencia de Aspromor que supone un hito con consecuencias positivas de presente y de futuro.
-¿Cree que hay riesgo para los proyecto en marcha?
-Ningún riesgo, por un lado los actuales miembros de la junta dan continuidad a esos proyectos, entre ellos finalizar el equipamiento de cocina y lavandería del centro de día y la residencia, con un presupuesto de 40.000 euros. Depende de la Diputación de A Coruña. [El pleno de la administración provincial aprobará hoy la aportación económica]. Además, la profesionalización de la gestión asegura el adecuado desarrollo de los mismos en un marco de estabilidad presupuestaria y en la prestación de servicios.
-¿Qué retos tiene por delante Aspromor?
-A corto plazo, rigor presupuestario, como clave de futuro. A medio, diversificación de los servicios en base a las necesidades de las personas con discapacidad. Y a largo, consolidación en el mercado de lo social, en la búsqueda de alianzas que fortalezcan la actividad y aseguren la viabilidad económica y social.
-¿Se va satisfecho de la labor realizada?
-Siempre quedan cosas en el tintero, en toda acción a este nivel hay luces y hay sombras, pero si objetivamos el trabajo hecho, se traduce en mejores servicios para las personas con discapacidad y mayores oportunidades para atender sus necesidades reales. Queda además, una organización con un buen patrimonio, cercano a los dos millones de euros, esto no es baladí y afianza lo hecho con evidentes perspectivas de futuro. Sin duda me satisface, aunque me hubiese gustado llegar más lejos.
-Entiendo que seguirá como socio, ¿cuál será su papel en Aspromor a partir de ahora?
-Por supuesto, y estaré allí donde se me requiera, poniendo a disposición del nuevo presidente o presidenta y de la junta directiva mis conocimientos, mis relaciones y mis experiencias. No puede ser de otra forma, pero debidamente en la distancia, sin interferir un ápice en la gestión del nuevo equipo.
-¿Tiene algún mensaje para las familias que puedan ver con inquietud su marcha, después de 30 años, por temor a la inestabilidad de la asociación?
-Aquí no pasa nada negativo, esto forma del orden natural de la vida asociativa. Les pido que apoyen a quien asuma la presidencia y a la gerente como lo han hecho conmigo o más, pues de ese apoyo depende en buena medida el futuro de la organización que es el futuro de sus hijos.