Manzanas ecológicas de San Claudio, en Ortigueira, para hacer sidra en Chantada
ORTIGUEIRA
Luis Doce Iglesias produce unos cinco mil kilos de pomas al año, en su plantación de una hectárea
16 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Una pequeña parte de las toneladas de manzanas que salen de la comarca de Ortegal cada año se destina a la elaboración de sidra gallega (el mayor volumen se vende a Asturias y el País Vasco). Así sucede con las pomas que produce Luis Doce Iglesias (San Claudio-Ortigueira, 60 años) en parte de los terrenos que heredó su mujer en San Claudio. «Trabajé toda la vida en la construcción y tengo una incapacidad por un problema de salud. Empecé con esto de casualidad, hace seis años. Estrella Galicia buscaba una finca para hacer un campo de ensayo para estudiar variedades autóctonas, me lo comentó el alcalde y así surgió», indica.
A la plantación inicial, de 110 árboles de distintas variedades (aportadas por la empresa promotora, la Xunta y la Universidade de Santiago), en una parcela de unos tres mil metros cuadrados, ha sumado cerca de 200 más, hasta alcanzar la hectárea de terreno. «Dije ‘hay que aprovechar' y fui metiendo otras clases de manzana. Para el campo de ensayo me dieron todo, yo aporté la finca y me ocupo del mantenimiento», señala. Al tratarse de una plantación ecológica, está sometida a los controles periódicos del Craega (Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia). La duración del campo de ensayo era de cinco años y ahora, Doce continúa vendiéndole a la compañía su producción, que en 2021 rondó los cinco mil kilos, para elaborar sidra en Chantada.
La recolección de este año está a punto de empezar. «Son unos ingresos que cada año van a más porque los árboles son jóvenes. Da trabajo, hay que plantar, injertar... y yo he tenido que aprender todo, no tenía ni idea de fruticultura», reconoce. «Al final te engancha, y es un dinero que viene muy bien, justo cuando se paga la contribución», apunta entre risas. Su variedad favorita es la repinaldo, «por dulzura, textura...», que convive en la finca (protegida frente al jabalí) con la Ollo Landoi, autóctona, la Gravillán, la Xosé Antón... Doce no descarta seguir ampliando la plantación.