La almeja babosa de la ría eumesa se resiente por la cantidad de agua dulce
PONTEDEUME
Las lluvias provocan la mortandad de los bivalvos que están a menor profundidad
27 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.A la almeja babosa no le gusta el agua dulce. Los mariscadores de la cofradía de Pontedeume conocen bien las debilidades de este molusco bivalvo y saben que cuando se suceden varios días de lluvias intensas peligra una de sus principales fuentes de ingresos. «Es un animal que necesita algo de salinidad y es muy sensible al agua dulce; si llueve mucho durante varios días y la presa [del río Eume] empieza a desbordarse, se produce mortandad», explica Valentín Riveiro, biólogo del pósito eumés.
El patrón mayor, Santiago Salgado, asegura que ya han encontrado «almeja babosa muerta, después de esos días que llovió tanto, en la boca de la ría es todo agua dulce y al marisco no le gusta, y la babosa que estaba más arriba no aguantó». Riveiro corrobora que el mayor problema se da en las capas más superficiales, donde «sufren más» los moluscos, a diferencia de lo que ocurre en zonas más profundas, que conservan una mayor salinidad.
El técnico confirma que la situación se ha estabilizado. «De momento, las áreas más profundas están aguantando, hay que ir cogiéndola y tener cuidado... Si llueve siempre estamos pendientes, porque del puente de piedra hacia arriba es casi todo agua dulce», indica. Cuando el río se desborda el problema se agudiza «por los arrastres de todo tipo de restos», apunta Salgado, con la esperanza de que la lluvia dé una tregua cara a la campaña de Navidad, una de las más importantes del año para el sector.
Los mariscadores esperan que las próximas semanas sirvan para «recuperar» la actividad y compensar el verano, «flojo, porque mucha gente no fue al marisco pensando que no había». En lo que va de año, la lonja eumesa ha comercializado 28.213 kilos de mariscos -almeja fina, babosa y japónica, berberecho y ostra plana-, con una facturación de 134.218 euros. Falta poco más de un mes para acabar el año y en las semanas previas a la Navidad suelen incrementarse la demanda y los precios. En todo caso, las cifras van muy por debajo de las del año pasado, con 28.213 kilos vendidos, por 275.216 euros. El anterior, 2017, fue algo mejor, con 41.836 kilos y 297.274 euros.
Este año, el mayor volumen de ingresos corresponde a la almeja fina, con 52.126 euros; seguida de la japónica, 35.971; y la babosa, 25.089, según Pesca de Galicia.