Tapones solidarios de A Graña para ayudar a una madre coraje de Pontedeume
PONTEDEUME
Donaron setenta kilos a Cristina Cancio, cuya hija, Emma, tiene el síndrome de Angelman
06 ene 2023 . Actualizado a las 18:30 h.Al enterarse por los medios de comunicación de la situación de Cristina Cancio, una madre coraje de Pontedeume, que hace unos días contaba en La Voz que había iniciado una recogida de plásticos para pagar los cuidados de su hija, Emma -que sufre una enfermedad rara-, los vecinos de A Graña no lo pensaron dos veces: había que ayudar.
María Cortabitarte, presidenta de la asociación de vecinos de A Graña; la tesorera, Paula Martínez y el secretario, Francisco González, contactaron con la madre de la pequeña de Pontedeume que sufre un trastorno genético poco común que recibe el nombre de síndrome de Angelman. Le comunicaron que tenían un contenedor de setenta kilos de tapones para donarle, y que ellos mismos podían transportar el contenido hasta el municipio eumés. Por cada tonelada de plástico, esta madre coraje recibe doscientos euros de la empresa que lo recicla: «Xa sei que non é moito», señala, «pero o soldo do meu home non chega e eu non podo traballar agora mesmo: a nena necesita atención as 24 horas».
Conscientes de que en Ferrol no había contenedores específicos para tapones de plástico, estos vecinos de A Graña crearon ellos mismos uno en forma de pez. Antes, en verano, un camión de Seur se los llevaba para reciclar, pero ahora descubrieron que pueden hacer una acción solidaria. «Íbamos a mandar un segundo camión con setenta kilos de tapones, pero al leer la noticia la pasada semana vimos la oportunidad de ayudar a alguien que además es de la zona», cuenta Francisco González. Ahora que van casi por el tercer contenedor de tapones, tienen claro que «van a ir para Cristina». Le mandaron un mensaje por Facebook y quedaron directamente en el municipio eumés.
Seleccionar tapón a tapón
Si hay algo que puedan hacer los ferrolanos por la pequeña Emma es «continuar separando los tapones y llevándolos al contenedor», explica Francisco. Desde A Graña quedaron sorprendidos cuando fueron hasta Pontedeume a llevar el material y comprobaron cómo es la propia madre de Emma quien los almacena en una nave y los selecciona uno por uno.
Es un trabajo minucioso y complejo, y también poco gratificante: «Encontramos de todo, hai xente que tamén bota as pilas gastadas porque non sabe onde tiralas», confiesa. Hay días en que cuenta con hasta cinco personas de su familia para ayudarla con esta labor, pero otras jornadas está ella sola juntando y separando tapones mientras su marido hace la recolecta por los contenedores de Ferrolterra.
Cristina relata cómo desde la publicación de la noticia sobre su hija ha recibido más ofrecimientos de ayuda; hace dos días desde A Coruña. «Non podo estar máis agradecida», señaló visiblemente emocionada.