Condenan a cuatro y absuelven a tres de los apresados por formar una banda de narcos que operaba en Ferrol y la comarca

Bea Abelairas
B. abelairas FERROL / LA VOZ

PONTEDEUME

Audiencia Provincial de A Coruña, en la antigua fábrica de tabacos
Audiencia Provincial de A Coruña, en la antigua fábrica de tabacos EDUARDO PEREZ

A uno de los penados le suspenden la condena durante dos años

13 sep 2024 . Actualizado a las 13:47 h.

La Audiencia Provincial de A Coruña acaba emitir una sentencia que absuelve a tres de los siete detenidos en una operación contra el tráfico de drogas en la comarca. Durante meses la policía siguió a los arrestados: en uno de sus viajes los localizaron en Pontedeume y en el entorno de poblados cercanos a A Gándara, uno de los lugares donde presumiblemente se surtían de cocaína. Llegaron incluso a ir al sur de España para comprar hachís.

En noviembre de 2015 agentes de la Guardia Civil localizaron a uno de los acusados al volante de un coche en Pontedeume tomando la salida dirección Ferrol. En este caso consiguió despistar a la patrulla «al efectuar varios giros a la rotonda existente como medida de seguridad», según detalla la sentencia, que absuelve a este acusado de ser correo de la droga. De hecho, los investigadores creen que estos viajes eran continuos e incluso aportaron grabaciones en las que los implicados llamaban cordero a la cocaína como clave para pedirla.

Estas escuchas datan de principios del 2016 y en ellas dos de los encausados se ponen de acuerdo para hacerse con estupefacientes para revenderlos. A veces trapicheaban en su propia casa de A Coruña; otras en plena calle. De hecho, una de las pruebas que aportan es la de una venta a un comprador que les llegó en taxi. En cualquier caso, aunque la Fiscalía pedía penas que superaban los seis años, finalmente se aplicaron atenuantes como dilaciones indebidas y la adicción a los estupefacientes de los detenidos. A dos de ellos los condenan a dos años de prisión con una multa de 4.000 euros; a otro a la misma pena con una sanción económica menor, de 3.000 euros. Además, hay otro condenado al que le imponen un año y ocho meses, con una multa de 4.000 euros, pero le suspenden la entrada a prisión si no delinque en dos años. Todos por el mismo delito: contra la salud pública. La Audiencia ordena, asimismo, destruir la droga y los instrumentos que usaban para convertirla en pequeñas dosis.