El restaurante El Gitano, de Valdoviño, busca personal: «Los jóvenes no quieren trabajar en hostelería, vino una mujer de 70 años»

A. F. C. VALDOVIÑO / LA VOZ

VALDOVIÑO

Aarón Vergara Vergara estudió en la escuela de hostelería de Pontedeume y ahora es el jefe de cocina del restaurante familiar
Aarón Vergara Vergara estudió en la escuela de hostelería de Pontedeume y ahora es el jefe de cocina del restaurante familiar CÉSAR TOIMIL

El popular establecimiento necesita un camarero y un ayudante de cocina, y A Trasanquesa, en Sequeiro, cerrará por la tarde si no encuentra alguien para la sala

20 sep 2023 . Actualizado a las 17:26 h.

Aarón Vergara Vergara estudió en la escuela de hostelería de Pontedeume (hoy CIFP Fraga do Eume) y lleva quince años en el negocio familiar, el restaurante El Gitano, ahora como jefe de cocina. «Es bastante más difícil encontrar personal ahora que cuando yo empecé, cada vez viene menos gente a las entrevistas. Muchos jóvenes no quieren este trabajo y vinieron dos mujeres mayores que están en la oficina de empleo. Una tenía 70 años, le faltaba algún tiempo de cotización, y nos agradeció que la llamáramos porque llevaba cinco años sin que nadie se hubiera interesado por ella, pero al final arregló de otro modo», explica.

En El Gitano necesitan una persona para sala y otra como ayudante de cocina o personal de limpieza. «No me extraña que metan robots, aunque en la hostelería no sé... si hay algo que está mal a quién te vas a quejar», comenta. Antes, los problemas para conseguir refuerzos se daban, sobre todo, en verano, por el carácter estacional de los empleos. «Pero ahora ya es igual en invierno. Buscamos gente para todo el año, es mejor, porque te hace falta y para no quedarte tirado en verano», razona Vergara. Este establecimiento ya lleva un tiempo cerrando los lunes para dar descanso al personal, puesto que al contar con una plantilla justa no resulta viable de otro modo. Por semana la demanda se centra en el menú del día (a 14 euros, con tres primeros y seis o siete segundos), sin olvidar la clientela de carta y la comida para llevar (en especial entre la gente mayor).

No muy lejos de este clásico de la hostelería en la comarca se encuentra otro veterano del sector, A Trasanquesa, que se mudó de la Feria do Trece, en Narón, a la carretera de Sequeiro, en Valdoviño. «Seguimos buscando, nos hace falta un camarero», indica Tania Rivera, gerente del local. Encontrar gente interesada en incorporarse a la hostelería resulta tan complicado que está pensando en tirar la toalla: «Ahora ya no lo tenemos claro... creo que vamos a desistir, si no aparece nadie cerraremos por las tardes». El negocio abre de 7.00 a 23.00 horas y sirve cenas por encargo. «Estamos pensando en cerrar después de las comidas, a las cuatro de la tarde, porque no te puedes machacar —señala—. En todos los sectores hay el mismo problema».

Rivera atiende el restaurante con su hermano y su madre, y dos extras para los fines de semana. «Hay quien dice que el problema es que no enseñamos a la gente, pero enseñarle es perder el tiempo... lo importante es que le pongan ganas, y no encuentras», reitera. De lunes a viernes ofrecen menú a 11 euros, con tres o cuatro primeros y tres segundos.