Triböca, una tentación en O Porto do Cabo, en Valdoviño: «gildas», berberechos ahumados, «carpaccio» de vieira o bocatas de chocos en tinta

ANA F. CUBA VALDOVIÑO / LA VOZ

VALDOVIÑO

El chef, que cuenta con un equipo de cuatro personas, en el espacio estival de Triböca, muy cerca de la playa de Vilarrube
El chef, que cuenta con un equipo de cuatro personas, en el espacio estival de Triböca, muy cerca de la playa de Vilarrube CEDIDA

El cocinero fenés Rubén Fernández Conde abrirá el 22 de junio su espacio estival de Vilarrube

17 jun 2024 . Actualizado a las 08:22 h.

Este año, el espacio estival de Triböca, la firma gastronómica que dirige el cocinero Rubén Fernández Conde (Perlío, Fene, 31 años), se adelanta e iniciará la temporada el día 22. «Es nuestro primer junio. En 2022 abrimos en septiembre y octubre; y el año pasado, el 16 de julio», recuerda. La food-truck, donde él y su equipo elaboran todos los platos, y la tienda beduina montada en O Porto do Cabo, muy cerca de la playa de Vilarrube, en Valdoviño, ya están preparadas para recibir a los comensales.

Esta propuesta efímera se va alargando. Este mes abrirá los fines de semana, de 12.30 a 18.00 horas; en julio y agosto, todos los días menos el miércoles, para comidas y cenas, de 13.30 a 16.00 y de 20.30 a 23.30; y los fines de semana, de forma ininterrumpida, de 12.30 a 00.00; y en septiembre, otra vez los fines de semana, hasta la primera semana de octubre. «El año pasado ya acondicionamos la finca y ahora hemos mejorado la decoración y volvemos a aparcar nuestra cocina en medio de la naturaleza, buscando que la gente venga a probar y disfrutar todo el verano», comenta este joven emprendedor.

Hay clientes que se refieren a este espacio como «el restaurante de la colina» o «un chiringuito en medio de la naturaleza». Cualquier denominación vale para descubrir los platos de esta campaña, con una carta renovada en la que persisten «los toques ahumados», como una de las señas de identidad. Esta vez incorpora las conservas para los aperitivos o para el picoteo vespertino: dos gildas (o banderillas), clásica y de bocarte; y patés de centollo, nécora o xarda. Y vuelve a sorprender con los platos: berberechos ahumados a la plancha, labneh (yogur curado con sal) con ajos y tomates cereza asados, y pan naan (hindú); ensalada de tomates; carpaccio de vieira con ajo blanco, aceite de hierbas y emulsión de piparras; bocadillo de chocos en tinta con emulsión de coco o taco de porco pibil ahumado con tres chiles y salsa xnipec. Mantiene el frankfurt de pastrami de black angus ahumado (18 horas), con mostaza de cerveza y cogombrino.

De postre, el chef de Triböca, que el resto del año viaja y trabaja en eventos privados, propone un bizcocho de zanahoria con mole y helado de nata; requeixo curado con membrillo; y plátano, ananás, aguacate y helado de yogur. Para saborear estas recetas hay que reservar, mejor por WhatsApp, a través del 697 399 357, aunque este año es posible degustar algunas de las delicias sin aviso previo, en las tres mesas altas que han instalado para este fin. «Mucha gente no venía porque pensaba que no iba a haber sitio», señala el responsable del negocio. Hay más novedades. En julio y agosto ofrecerán clases de yoga y pilates con desayuno, temprano, antes de abrir el espacio. Abrirán la inscripción a través de Instagram (@triboca.gal).