Las baterías de Ares y Valdoviño volverán en el próximo lustro a la gloria de hace 100 años
VALDOVIÑO
Defendieron Ferrol durante las guerras del siglo XX, las de Campelo fueron testigos de submarinos nazis; ahora se recuperarán con ayuda de la Diputación
11 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Desde acorazados del bando aliado hasta submarinos nazis se ocultaron de la acción disuasoria de las baterías militares de Ferrolterra. Nacieron para proteger a la base naval de Ferrol de un posible ataque, asistieron a las guerras del siglo XX desde un país supuestamente neutral. Y con el tiempo cayeron en desuso, ante las olas del Atlántico. Ahora tanto las baterías de Bailadora en Ares como las de Campelo en Valdoviño tendrán nueva vida, con apoyo de la Deputación da Coruña. Las instalaciones desafectadas por Defensa se recuperarán en un plan que las convertirá en «referentes en Europa no próximo lustro». El ente provincial firmó ayer los convenios con estos municipios, para los proyectos y las primeras obras de acondicionamiento por 621.420 euros.
La Deputación también firmará otro convenio con el Concello de Ferrol para Monteventoso, hasta completar un millón de euros en todas las baterías de la costa. Según su presidente Valentín González Formoso, «damos os primeiros pasos dun ambicioso proxecto para recuperar o esplendor destes antigos emprazamentos militares e convertelos en atractivos turísticos». A principios del siglo pasado se alzó «esta pantalla defensiva que foi progresivamente abandonada», y que ahora volverá a la gloria de hace 100 años con desbroce, acondicionamiento, recuperación de accesos y estructuras, y señalización.
A mayores, la Deputación tiene un Plan de Sustentabilidade Turística en Destino con dos millones del Gobierno central (con propuestas como un observatorio meteorológico para Monteventoso). Mientras tanto, los municipios estudian usos. Valdoviño baraja para la zona del cuartel en Campelo la creación de espacios de interpretación del entorno o actividades sobre la naturaleza, «teniendo en cuenta su potencialidad paisajística y geológica ya que incluso hubo minas de arsénico». Destaca el alcalde Alberto González que «aquí hay mucho recuerdo social porque vecinos hicieron la mili en Campelo e incluso aún vive el comandante que se encargó del desartillado».
Las baterías de Ares se construyeron entre finales del siglo XIX y principios del XX pero nunca entraron en combate. Para la Bailadora recibirán 355.242 euros en esta primera fase del plan diputacional, junto con los 266.177 para Valdoviño. «En Ares se hizo la mili hasta en los años 80», indica el alcalde Julio Iglesias, «son las que tienen las mejores vistas sobre la ría de Ferrol y estudiamos diversos usos: turísticos, astronomía, deportivos vinculados con la bicicleta; nos gustaría tener un centro de interpretación histórico y que además haya usos comunitarios».
Asegura Alberto González que en el caso de Campelo «se fortificaron a partir de la I Guerra Mundial porque se temía que los grandes acorazados pudieran atacar a Ferrol y a su base naval desde la playa de Valdoviño, urgía entonces complementar las defensas de la zona norte». Allí se ubicaron los cañones más grandes de España, además de instalaciones antiaéreas y los proyectores que están en Punta Frouxeira (junto al faro).
Campelo se convertiría en un mito con la II Guerra Mundial, en una costa crucial para la contienda por la vinculación de la dictadura de Franco con el III Reich. Y ya en desuso, atrajo a hambrientos de emociones fuertes.