En el partido prefieren al exgobernante lejos de su comunidad

La Voz

FIRMAS

27 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Francisco Camps aún no ha enseñado sus cartas, pero ha empezado a moverse. El mismo miércoles por la noche, una vez absuelto, se reunió en su domicilio con la alcaldesa Rita Barberá, el presidente de la Diputación valenciana, Alfonso Rus, y el portavoz en las Cortes autonómicas, Rafael Blasco, sus más fieles valedores. Señaló que tras estos «tres larguísimos años y un juicio también muy largo» ahora quería agradecer el apoyo recibido por sus compañeros.

Barberá compartió que este es el momento de «los abrazos». Pero deslizó un comentario ilustrativo: «el agua de los ríos nunca vuelve atrás, puede regar nuevos campos, pero no vuelve atrás». Una forma de decir que Camps no aspira a recuperar su cargo al frente de la Generalitat, aunque piensa en otras responsabilidades políticas.

El Senado como representante autonómico, el Parlamento Europeo o una embajada son algunas de las salidas que manejan tanto en la dirección nacional como en el PP valenciano. En todo caso, lejos de la Comunidad Valenciana, donde Rajoy quiere rehacer el partido con Alberto Fabra a la cabeza y con dirigentes sin implicaciones en casos de corrupción.

Camps, que controla el PP en la comunidad, no puede, a juicio de la dirección del partido, dedicarse a fiscalizar y supervisar al Gobierno de Fabra. Esta opinión es compartida por los populares valencianos, que recomendaron al expresidente que se tome un respiro. Rita Barberá le aconsejó que se dedique «a descansar», y Alberto Fabra apuntó que su antecesor «merece un período de descanso», porque «ha sufrido mucho».