Paz fraternal para los Juegos

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

FIRMAS

17 mar 2012 . Actualizado a las 11:00 h.

Los textos clásicos pintaban a los héroes de la Antigua Grecia como hombres extraordinarios que alcanzaban la gloria a base de sucesivas hazañas y vicisitudes, tras las que se escondía la mano de alguno de los muchos dioses que habitaban el Monte Olimpo. Y repasando la historia de Antón y Carlos Paz, algo de intervención divina debe de haber en las carreras de dos hermanos vilagarcianos que dos décadas después de iniciar sus caminos por separado, decidieron aunar fuerzas para ganarse el derecho a disfrutar juntos de unos Juegos Olímpicos. La plaza en Londres 2012, aunque muy complicada ya, sigue en mente, con el mayor de los Paz, Antón, negándose a renunciar sin pelear por sus terceros Juegos consecutivos cuatro años después de su oro de Pekín 2008 en la clase Tornado, borrada del programa del COI un año después.

Si Carlos y Antón le han dado tantas alegrías a la vela gallega, -ver perfil- es gracias al empeño de su padre. A Álvaro Paz se le metió entre ceja y ceja que sus hijos probasen a practicar vela pocos años después de instalarse definitivamente en Vilagarcía desde el Madrid donde nacieron. Hasta el punto de asumir el abono de una paga extra a sus vástagos para convencerlos de apuntarse a un cursillo de formación, recuerda Carlos. Pero ni a Antón, con 10 años, ni a Carlos, cuatro más joven, les gustó. Muy al contrario. Algo a lo que pudo ayudar el hecho de que en Vilagarcía entonces apenas había más vela que la del Snipe. Sin técnicos ni apoyo de ningún tipo.

Tuvieron que pasar tres años hasta que Antón sucumbiese a los cantos de sirena del mar. «Con 10 anos fixera un curso nun barco escola. Ía con moitos rapaces, e facías poucas cousas. Pero con 13 anos acudín a un curso de Optimist, nun barco eu só, e pareceume divertido». Su padre le compró un Optimist y, celoso, Carlos quiso también el suyo. Claro que «tenía 9 años, y seguía sin gustarme, me daba miedo navegar», apunta Carlos. «Cuando mi hermano empezó en Cadete con 15 años empecé a salir con él al agua, y perdí el miedo».

Habituados a compaginar dos deportes hasta la veintena, los Paz probaron con ganas desde el yudo hasta la natación, pasando por las canteras del Arousa de fútbol y el BBC de baloncesto. Antón alcanzó nada menos que la condición de campeón gallego promesa (19-20 años) de salto con pértiga. Una actividad con la que complementaba su puesta a punto en sus primeros años en la clase Tornado, y que lo llevó a disputar una prueba de la Primera División de Atletismo en Guadalajara con el CDU Santiago. Allí «partín a pértiga, e me tiveron que dar cinco puntos na caluga». Y abandonó la pértiga. Una señal desde las alturas.

Casi al tiempo que Antón iniciaba su exitosa relación con Fernando Echavarri en el Tornado, Carlos se unía al santiagués José Manuel Pérez en un proyecto de 470, llegando a entrar en el equipo preolímpico de la clase en el 2003. Y algo se le cruzó entonces en su camino. Un accidente de tráfico que privó a Paz y Pérez de su 470 recién comprado. Aún con eso Carlos decidió no abandonar a su compañero tras ofrecerle el canario Gustavo Doreste, campeón del Mundo de 470, suplir a su lesionado tripulante poco antes de Atenas 2004.

El Platú 25 unió a los Paz en un exitoso proyecto a cinco -ver perfil-, y Antón optó en el 2009 por Carlos para su futuro olímpico post-Tornado. La Federación Española parece apostar para su plaza londinense en 49er, conquistada por los también hermanos Alonso, por los vascos Íker Martínez y Xabi Fernández, oro y plata olímpicas, aún enrolados en la Volvo Ocean Race hasta finales de junio. Los Paz se aferran a brillantes actuaciones en los dos próximos meses en Palma, Hyeres y el Mundial para alcanzar su destino olímpico.

Oro y diploma olímpicos, dos títulos mundiales (2005 y 2007) y un europeo (2005), encabezan el palmarés de Antón en Tornado. Con Carlos es cuatro veces campeón de España y una del Mundo en Platú 25.

La excedencia de Íker y Xabi y su rápida, aunque todavía incipiente, adaptación al 49er les han valido a Carlos y a Antón para entrar prácticamente desde su estreno en el equipo preolímpico de la clase.

Íker Martínez y Xabi Fernández parecen la primera opción de

la Federación a pesar de toparse en la Volvo

Iniciados en el 49er en noviembre del 2009, los Paz debutaron en competición en abril del 2010 en Palma. Su progresión fulgurante queda reflejada en su actual plaza 33 (de 203) en el ránking mundial.