Alarma en Vilalba por otro vertido al río Magdalena

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios VILALBA / LA VOZ

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Pescadores de la zona detectaron ayer suciedad en el cauce, más abajo de la depuradora que funciona en el polígono

24 mar 2012 . Actualizado a las 11:01 h.

El río Magdalena vuelve a aparecer sucio en las afueras de Vilalba. Un nuevo vertido aparecido en las primeras horas de la tarde de ayer alarmó a algún pescador que andaba por el cauce y que observó cómo se apreciaban manchas. La zona donde aparecieron está prácticamente debajo del puente por el que discurre el tramo inicial de la LU-861, entre la rotonda de Sete Pontes y la de Grandisca, aunque el ámbito en el que se notan es mayor.

Según testimonios de pescadores, el problema ya se apreciaba en días pasados en el entorno de A Magdalena, cerca del área recreativa y de la playa fluvial, aunque no se sabía cuál podría ser el origen. En ese tramo, al pasar por junto al área recreativa y la playa fluvial, el río ya es más caudaloso porque ha recibido aportes de algunos regatos y además tiene un cauce más ancho, con lo que una situación de este tipo puede llegar a difuminarse un poco más.

La circunstancia que se supone causante de esta situación está en el mal funcionamiento de la depuradora del polígono, que se puso en marcha en cuanto se fue ampliando el parque empresarial de Sete Pontes. De hecho, el tramo del Magdalena inmediatamente posterior a su paso por las inmediaciones de esa estación de tratamiento es el que ofrece esos problema se suciedad que ayer generaron inquietud y preocupación en aficionados a la pesca.

El lugar donde apareció esa suciedad también se refleja en unas características diferentes a las que se observan en el tramo cercano a la depuradora del casco urbano, en donde han surgido, a lo largo de estos últimos años, otros problemas de contaminación. Las manchas que se descubrieron ayer por la tarde parecen estar relacionadas con sustancias de actividades industriales, mientras que las de la depuradora encargada del tratamiento del casco urbano están asociadas con aguas fecales y residuales. Esta última depuradora, además, presenta un problema de incapacidad en momentos de intensas precipitaciones que se prevé resolver con la construcción de un pozo de tormentas, destinado a retener el agua que no se pueda tratar para que no llegue al río sin depurar y contamine.

Información

La situación de ayer fue comunicada a personal de la Xunta y del Seprona para que se desplazasen a la zona y tomasen las correspondientes muestras.