La casa rectoral de la parroquia chantadina de Camporramiro se ha quedado sin ventanas, que era prácticamente lo único de valor que le quedaba después de los años que lleva sin uso. Hace aproximadamente quince días, un grupo de personas entró en el edificio y las desmontaron.
Los ladrones actuaron a plena luz del día. Los vecinos vieron que una furgoneta permaneció un tiempo aparcada frente a la casa al mediodía y después vieron ya no estaban las ventanas. Los asaltantes desmontaron los marcos de aluminio de las ventanas que cerraban un balcón de unos seis metros de largo en la fachada trasera. Pero también se tomaron la molestia de levantar de su sitio la cocina de leña que todavía quedaba en la casa y cargarla en su vehículo. Antes de sacar los marcos de las ventanas, rompieron los cristales, que quedaron esparcidos por el interior del edificio.
Litigio por la propiedad
El edificio rectoral de Camporramiro está deshabitado y sin ningún uso concreto desde mediados de los años noventa. Los vecinos y el obispado sostuvieron en su día un litigio sobre su titularidad, y los tribunales acabaron dando la razón a la diócesis.