Orellana y Iago Aspas plasman la superioridad viguesa ante un Villareal B con uno menos
02 abr 2012 . Actualizado a las 11:36 h.El Celta se reencontró con el triunfo y rompió con el pasado en un partido atolondrado. Que comenzó con la revolución de Herrera, que metió a nueve gallegos en el once, y que hizo seis cambios con respecto a la semana pasada, que tuvo como prólogo una salida frenética de los vigueses, a los que le faltó pausa para aprovechar su superioridad numérica ante el Villarreal para vivir un duelo más plácido. Dos golazos, uno de Orellana y otro de Aspas, que había fallado un penalti, decantaron un partido que deja a los célticos cuatro puntos por encima del Valladolid y otros tantos por debajo del liderato.
El Celta salió como un vendaval, a resolver el partido con celeridad. Y ese ímpetu le sirvió para botar cinco córneres casi consecutivos en un soplo, para dejar al rival con diez a los 12 minutos y para disfrutar de un penalti a favor 22 jornadas después. Pero Aspas no tenía su día, ni en el lanzamiento del penalti, que se fue al palo, y en los tres mano a mano posteriores con un inmenso Mariño. El máximo goleador celeste vio como el portero vigués del rival le interceptaba dos balones que caminan había el gol y en el tercero, su cabezazo sin oposición, se marchó por un palmo.
Sin embargo, el Celta estuvo mejor contra once que contra diez. Al Villarreal B le bastó con juntar dos líneas casi en el centro del campo para llevar a los celestes al territorio de la monotonía, con poca chispa, con menos desborde y con poca llegada. Por encima, parecía que el infortunio perseguía al grupo de Herrera. Además del palo del penalti y el fallo en ocasiones cantadas, llegó la lesión de Vila a los 27 minutos. Cuatro meses esperando para esto.
Todo cambió en la primera jugada del segundo tiempo. Orellana enganchó un balón en el balcón del área y con un sutil golpeo con la derecha superó a Mariño. El pase fue de Joan Tomás, que para entonces ya estaba en su hábitat. En el primer tiempo estuvo inédito del todo. Apenas entró en juego.
El recital de pases del catalán tuvo continuación poco después para que al fin Aspas marcase el segundo. Joan buscó el corazón del área con el exterior de su bota derecha y el moañés, por fin, regateó a Mariño y marcó a puerta vacía.
Con los amarillos tocados pudo llegar el tercero en sendas ocasiones de Aspas y Orellana que no concretaron y a la contra Joselu le quiso poner emoción para que Sergio demostrase que también se merece ser titular. Para entonces se había consumido una hora y el encuentro ya estaba deshilachado. El Celta quería controlar, pero al mismo tiempo le podían las ganas de pisar el área rival, como si la goleada fuera obligada.
Por contra, cada vez que los celeste tenían pausa, no solo monopolizaban el partido, sino que incluso encontraban mejores vías para cercar a Mariño. En una de esas combinaciones Aspas se inventó una vaselina que casi sorprende al meta del Villarreal B. La goleada era lo de menos, lo importante era espantar fantasmas.
Goles: 1-0, min 47: Orellana. 2-0, min 60: Aspas.
Árbitro: Hernández Hernández (Las Palmas). Expulsó al visitante Lejeune (min 9) con roja directa. Amarilla a Alex, Hugo Mallo y Orellana por parte del Celta, y a Truyols del Villarreal B.
Incidencias: Estadio de Balaídos con unos 14.137 espectadores en las gradas.
Sergio; Hugo Mallo, Vila (Catalá, min 30), Túñez, Roberto Lago; Oubiña, Álex López (Natxo Insa, min 67); Toni (David, min 80), Joan Tomás, Orellana; y Aspas.
Mariño; Truyols, Kiko Olivas, Lejeune, Jaume Costa; Toribio, Llorente, Lucas Porcar (Juanto, min 54); Moi (Edu, min 12), Trigueros (Pedro Vázquez, min 70) y Joselu.