El florete que apunta a Londres

Xosé Ramón Castro
X. R. Castro VIGO / LA VOZ

FIRMAS

María Mariño afronta en Bratislava el Preolímpico

19 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

María Mariño batirá durante el fin de semana otro récord de precocidad. La viguesa, de 19 años, disputa en Bratislava el Preolímpico de esgrima en la modalidad de florete. Sin nada que perder, con la premisa de coger experiencia de cara a las citas de Río y del 2020 pero sin renunciar a nada. Si hay dos plazas en juego para Londres, su intención es luchar por ellas.

La tiradora de El Olivo lleva desde los nueve años acaparando podios en todas las categorías y ya es la primera española por ránking internacional. Todo gracias a su inteligencia en la pista y la velocidad de movimientos. Lo dice su padre, Manuel Mariño, al mismo tiempo su entrenador. La persona que le ha guiado los pasos desde muy pequeña. «Es muy valiente, veloz y cuenta con una gran coordinación de movimientos. Además es muy disciplinada tácticamente, nunca va a lo loco», comenta mientras da por descontada su calidad «que se supone cuando compites a estos niveles, aunque debo decir que técnicamente es muy buena».

Estudiante de psicología, María se ha mudado desde Galicia a Madrid este curso para entrenar con el equipo nacional de esgrima, aunque en ningún momento ha dejado de lado sus compromisos con el equipo de toda su vida, El Olivo. A punto de partir -lo hace hoy-, se confiesa un tanto nerviosa: «Un poco sí, aunque van a pesar más las ganas que los nervios». Para evitar malos tragos, no ha querido mirar el camino que le espera en el cuadro de participantes. No tuvo buena suerte en el Mundial júnior celebrado en Moscú durante la Semana Santa, y ahora no quiere saber nada de las rivales. «El resultado de Rusia no fue malo, pero podía haber estado mejor, no tuve suerte con los cruces». Le ganó la que a la postre fue plata mundial.

Porque aunque acuda al Preolímpico sin ninguna presión, el sueño olímpico también se ha dado un par de paseos por su cabeza. «Lo que quiero es coger experiencia, pero estoy con muchas ganas. Quiero hacer las cosas bien para ver si puedo ir a Londres», confiesa.

Su progenitor es más cauto. Para él el éxito ya radica en la llamada: «Es un exitazo, por cada país solo pueden ir seis, uno por sexo y modalidad. Van a competir 15 países y solo hay dos plazas. Es muy difícil que pueda meterse, pero lo importante es que coja experiencia para el futuro. Va a tener otros dos ciclos olímpicos por delante». El primero, el de Río de Janeiro, le cogerá con 23 años -«en la plenitud física»-, el segundo con 27 -«en la plenitud física y mental»- Es ahí en donde tendrá que atacar para convertirse en olímpica. Durante este tiempo podrá alcanzar también su cénit competitivo.