«Hay que vivirlo para entender por qué el baile engancha tanto»

maría conde PONTEVEDRA / LA VOZ

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RAMON LEIRO

16 ene 2024 . Actualizado a las 13:25 h.

Adrián Esperón vive por y para el baile deportivo. A los dieciséis años supo con seguridad que ese era su mundo y el palmarés que acumula le está dando la razón. Tiene en su haber seis campeonatos de España junto a su pareja Patricia Martínez, ha sido semifinalista en el europeo y el mundial y su sueño es «llegar al número uno del mundo», un reto que reconoce que es muy difícil, pero para el que va por buen camino.

En la escuela Pasos, donde se formó desde los nueve años y de la que ahora es responsable en Pontevedra, Adrián cuenta que «hay que experimentarlo» para explicar por qué esta disciplina engancha tanto. «Empecé a los ocho años porque mis padres se habían apuntado a un grupo de baile en el Mercantil y tenía que ir con ellos. Al final, me quedé yo y lo dejaron ellos. Mi primera escuela estuvo en Bueu y al año creo que ya gané el primer campeonato al que fui. Hacía también balonmano en el colegio, pero poco a poco me fui enganchando. Me gustó el ambiente, la gente, la competición; es distinto a otro deporte. Y viajar también me gusta».

Ya puede gustarle, porque el pasado año cogió 49 aviones para desplazarse a los distintos escenarios donde compitió. «Fuera de España, nunca he viajado por placer», señala, mientras cuenta que solo descansan una semana al año, la última de agosto. Entrenan juntos tres horas al día, pero el tiempo restante lo emplean en prepararse individualmente. Adrián lo hace en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva por las mañanas, y por la tarde se dedica a la tarea de profesor. «De momento, bailar es lo que más me gusta -apunta-, pero también dar clase, porque a la vez me enseña muchas cosas. Esto es como la vida, nunca dejas de aprender».

Forma pareja con Patricia desde hace seis años y reconoce que, al principio, ella tenía mejor nivel. «Tuve que ponerme las pilas», subraya, mientras recuerda que su pasión no siempre fue entendida. «Me decían, siempre estás con chicas... Y yo respondía, sí, sí, sigue tú en el fútbol...»

Espónsor italiano

Sus referentes son sus entrenadores, el primero Miguel Abreu, responsable de Pasos, y los segundos, los excampeones del mundo italianos Pablo y Silvia, con quienes trabajan una semana o quince días al mes en la localidad en la que estos residen, cerca de Bolonia. Competir resulta caro, aunque Adrián señala que cuentan con la ayuda del patrocinio de Turismo Rías Baixas y también un espónsor italiano que es el que les diseña el vestuario, algo que «no debería, pero también cuenta».

Lo primero en lo que se fijan los jueces «es el ritmo». «Luego está la posición, la postura, la pareja, si se ejecutan bien los pasos, la técnica, el movimiento, si estás acorde con la pareja...Mil detalles». Este deporte incluye diez bailes. En la modalidad standard se incluyen el vals inglés, el vienés, el tango, el slow fox y el quick step, mientras que en los latinos están el cha cha chá, la samba, la rumba, el pasodoble y el jive. Se puede competir en los diez o en alguna de las dos opciones. En el caso de Adrián y Patricia, habitualmente compiten en diez bailes y cuatro de los seis campeonatos de España que poseen son en esta especialidad, mientras que los otros dos son de standard. Y también en diez bailes han sido seminifinalistas tanto del europeo como del mundial.

Él opina que «todo el mundo» puede bailar. «Para bailar y disfrutar no hay edades, hasta que el cuerpo pueda y aguante». Si tiene que elegir, se queda con el tango, «simplemente porque es un baile con carácter fuerte y eso nos caracteriza a nosotros».

Adrián Esperón Vidal

22 años

Bailarín y profesor de baile deportivo

La Escuela de Baile Pasos, porque es el sitio donde entreno y donde trabajo.