Cuando llamas al móvil de Alfonso Cañadas suena la canción La zarzamora. Un dato con el que concluyes que es una persona de bastantes años y al mismo tiempo con espíritu juvenil por tener teléfono con politono. Este coruñés promueve desde hace unos años un encuentro de antiguos alumnos de la Escuela de Comercio ubicada en la calle de Manuel Murguía. «La mayoría de los 30 que nos juntamos hoy -por ayer- comenzamos los estudios en 1951. Se entraba con 12 años, con lo que el más joven del grupo tiene 73», destaca poco antes de la comida que celebraron en el hotel Atlántico. «Nos gusta encontrarnos para ver cómo estamos de viejos, gordos o canosos», comenta con buen humor. La mayor parte de aquellos jóvenes enfocaron su vida laboral hacia la banca o los negocios. El aspecto más entrañable de este encuentro es que se desplazó ex profeso desde Caracas, Venezuela, una mujer que dijo: «Yo quiero ver a mis antiguos compañeros». El largo viaje seguro que mereció la pena. Uno los recuerdos de hace más de 60 años que afloraron en la sobremesa es el de aquellos días de buen tiempo en los que «latábamos para irnos a bañar a Riazor o al Orzán».
Séniores de estreno
2 Sigo con mayores, en este caso los de la Universidad Sénior, que están como niños con zapatos nuevos. Estrenaron su nueva sede, en el rehabilitado edificio Normal, en la esquina del paseo de Ronda con Manuel Murguía. «Estamos muy contentos porque ahora contamos con equipos propios, aulas más luminosas...», destaca la directora, Pilar García de la Torre. El año pasado tuvieron a 620 mayores matriculados y para el curso que viene esperan superar esta cifra. «Está abierto el plazo de inscripción. Los únicos requisitos son tener más de 50 años y no estar trabajando», explica Pilar, que acudió a los estudios de Radio Voz acompañada de José Luis Moreno, un apasionado de esta universidad que ya ha terminado los estudios y acude a clases como oyente. «Lo mejor es el gran nivel de los profesores. Es una maravilla», asegura.
Más que café con hielo
3 Víctor Couto, en dos ocasiones campeón de Galicia, es uno de los más destacados representantes de la escuela de baristas de Foz. Sí, se trata de esos profesionales capaces de servir cafés de forma artística o preparar gin-tonics equilibrados acompañados de fresas o frambuesas. Víctor, que trabaja en la empresa Cafento, estuvo el jueves en la cafetería Marti Pan, de Cambre, donde realizó una exhibición de latte art (hacer dibujos sobre la espuma del café) y coctelería. Aproveché para hablar con él sobre el café perfecto para tomar en una terraza un día de verano como los que pronostican que tendremos este fin de semana. «Un irlandés ben feito, unha crema fría de café... Aínda que un bo café solo tómase a calquera hora do día e en calquera estación do ano», comenta el experto.