Las bodegas de Ribeira Sacra aguardan con expectación la visita del crítico del equipo de Parker ante la necesidad de asomarse al exterior
30 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Las luces de alarma se han encendido en el sector vitícola. Incluso están activadas en zonas emergentes, como Ribeira Sacra, que habían capeado hasta ahora de forma sorprendente las embestidas de la crisis. El consumo español se contrae y no hay sitio para tanto vino. Las bodegas ponen sus miras más que nunca en mercados donde una reseña del Wine Advocate, la influyente publicación de Robert Parker, constituye el mejor pasaporte. El británico Neal Martin, al que crítico estadounidense encomendó a finales del pasado año la cata de vinos españoles, visitará la segunda semana de octubre Rías Baixas y Ribeira Sacra. Llegará entrado el otoño, pero podría ser agua de mayo.
A Martin se le aguarda con euforia y con cierta inquietud. Los motivos de satisfacción son obvios en las dos denominaciones de origen en las que hará escala. Su visita, primera de un colaborador de Parker a Galicia, avala la proyección internacional de los albariños y la confianza de la crítica en el potencial de Ribeira Sacra. Pero está por ver cómo se traduce todo esto en las puntuaciones que publicará luego el Wine Advocate. Porque el catador británico, que ya dio a conocer sus primeras impresiones sobre Rioja, se muestra menos generoso repartiendo notas que su predecesor, el controvertido Jay Miller.
Pasaporte internacional
«Somos los que mejor conocemos la calidad de nuestros vinos y por eso estamos confiados y muy satisfechos por la visita», dice Ramón Huidobro, gerente de Rías Baixas. A Huidobro no le coge por sorpresa la influencia del Wine Advocate en el mundo del vino. Al poco de incorporarse al consejo regulador, surgió la posibilidad de realizar una promoción de albariños fuera de España en colaboración con una marca de automóviles de alta gama. Puestos a cerrar el acuerdo, se dirigieron a la firma automovilística -alemana para más señas- para saber qué datos necesitaba sobre la denominación de origen. La respuesta fue clara y concisa: copia de los reportajes que le había dedicado Parker en los dos años anteriores.
«Cada vez hai máis xente que fai valer o seu criterios no mundo do viño, pero Parker segue a ter unha enorme relevancia tanto para os consumidores como para a gran distribución», apunta Pedro Rodríguez, de Adega Guímaro. En su bodega se cocinó El Pecado, el vino con el que el enólogo Raúl Pérez puso en órbita a los tintos gallegos en el 2008. Fue después de lograr 98 puntos en la publicación de Parker, la nota que obtuvo en la cata de vinos españoles de aquel año, por citar una marca relevante, el renombrado Pingus que elabora en Ribera del Duero el danés Peter Sisseck.
José Manuel Rodríguez, presidente del consejo regulador, considera que aquellos 98 puntos del Wine Advocate a un tinto elaborado en Ribeira Sacra tuvieron, paradójicamente, tanta o más repercusión en Galicia que en el mercado estadounidense. «Marcaron un antes e un despois na visión dos tintos galegos na nosa restauración, que ata entón situábaos por debaixo dos de outras zonas», dice el responsable de la denominación de origen.
Llegar a noventa
Guímaro está entre las marcas que ha pedido catar expresamente Martin en Ribeira Sacra. Pedro Rodríguez cree que su visita es una excelente noticia para su bodega y para toda la denominación de origen. «Que Martin veña catar por iniciativa propia significa que xa estamos no circuíto do viño a nivel internacional. E nestes momentos non queda outra que saír fóra para diversificar as ventas», dice el bodeguero. Por los puntos, no se obsesiona: «Nas zonas polos que pasou ata agora, baixaron algo as puntuacións. Todo o que estea por enriba dos noventa será un éxito».