De eso va el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz para el inefable portavoz adjunto del PP Rafael Hernando. Amén de otros calificativos más propios de los bajos fondos que de un político tan estirado y planchado como el susodicho botarate (dícese de la persona que tiene poco juicio y actúa de forma alocada o insensata). Choca tan radical reacción cuando a todos los políticos se les llena la boca asegurando que siempre respetan las decisiones judiciales. Les falta aclarar: cuando son a nuestro favor o en contra del adversario.
Pero ¿quién es semejante individuo? Pues un licenciado en Derecho (dicen que para sorpresa de sus profesores) que de joven flirteó con la derecha más radical. Puesto el disfraz de centrista comienza su vida política en Alianza Popular. Y desde ahí al parlamento regional, Senado y Congreso hasta hoy. Vamos, que no tiene ni idea de lo que es ganarse un sueldo en la vida real. Estuvo relacionado con la trama Gurtel y es conocido por un intento de agresión al socialista Pérez Rubalcaba en los pasillos del hemiciclo. También por sus innumerables perlas dialécticas.
Teniendo en cuenta esas declaraciones -y las de algún representante del PSOE o la misma Defensora del Pueblo- debemos concluir que, en primer lugar, muchos políticos no tienen educación. Lo que hay que sumar a su ya conocida falta de vergüenza y seriedad. En segundo lugar, al revés de lo que sucede en el cuento del rey desnudo, que cuando alguien significativo se atreve a decir en voz alta lo que piensan una gran mayoría de españoles, se le intenta lapidar públicamente. Lo cual demuestra que esta casta privilegiada, en muchos casos demagoga, corrupta e irresponsable, vive al margen de la opinión pública; certificada por múltiples encuestas. Y, lo más grave, que cuando esos ciudadanos -a los cuales prometen respetar- protestan ante la mayor crisis económica y degeneración política de la historia de este país (sean muchos o pocos) quieren hacernos creer que hay un contubernio judeo-masónico contra el sistema o un ataque a las altas instituciones del Estado.
Lo que hay es hambre y paro, ¡sinvergüenzas! ¡Pero que sabrá este sujeto del asunto si ha vivido toda su vida de la sopa boba! Que como otros muchos acabará empleado en una gran empresa, de las que defienden con ahínco cuando gobiernan, con 300.000 euros al año. Se me olvidaba: que alguien le regale un espejo al tal Hernando para que vea de primera mano lo que es un pijo engreído.
La de cal de esta semana para el gobierno municipal de Boiro, que por fin ha resuelto una demanda de muchos ciudadanos al dotar de un nuevo parque infantil a la concurrida plaza de Galicia. Los elogios de los padres no se han hecho esperar al ver que sus hijos disfrutan de unas instalaciones modernas y atractivas, que superan con creces a las anteriores. No hay mejor prueba del éxito cosechado que el abarrote de niños usando todos los aparatos. Enhorabuena porque eso no es despilfarrar: la crisis no puede llevarse también su sonrisa.