El peligro de derrumbe de la pérgola del túnel de La Barosa impide la apertura parcial de la vía mientras se repara
01 nov 2012 . Actualizado a las 06:00 h.La reparación de la pérgola de entrada al túnel de La Barosa durará alrededor de siete semanas. Y mientras se ejecuten los trabajos, la N-120 seguirá cortada al tráfico rodado. El peligro de derrumbe de la estructura desaconseja una apertura, ni siquiera parcial. Así lo apuntaron los subdelegados del Gobierno en Ourense y León, Roberto Castro y Juan Carlos Suárez-Quiñones, en la reunión celebrada ayer en Carucedo con alcaldes y representantes de las asociaciones más afectadas (pizarristas, empresarios y transportistas de ambas comarcas), y a la que acudieron también los jefes provinciales de Tráfico y de la Guardia Civil de Tráfico, y un técnico de Fomento.
Según lo explicado, es preciso mejorar la cimentación de los arcos de la estructura, después de que ya se hayan colocado puntales de alta capacidad durante estas semanas (comprobando los técnicos que la solución no era la definitiva). Después se reforzarán los arcos por la parte posterior y se demolerá la parte dañada, para después reconstruir los arcos mediante encofrado, barras de unión y hormigonado. Para la realización de las obras, que cuentan con un presupuesto cercano al millón de euros, se contará con dos equipos «a efecto de minimizar el tiempo de desvió», añaden desde Fomento.
Mientras duran los trabajos, se preciso seguir usando los desvíos (la A-6 para los trayectos largos, entre Ourense y Ponferrada) y la N-536 para los desplazamientos entre Valdeorras y El Bierzo. «Reconocemos la incomodidad, pero es una cuestión de seguridad», dijo Castro.