El tamaño es el original, pero faltan rasgos hasta que aparezca el cráneo
02 nov 2012 . Actualizado a las 06:00 h.Un nuevo rostro de Manuel Blanco Romasanta, el hombre lobo de Allariz, esta vez tridimensional y obtenido con técnicas de aproximación facial, fue presentado ayer en las segundas jornadas que sobre este personaje del siglo XIX se celebran en la villa del Arnoia, organizadas por la Fundación Vicente Risco. «Es una cabeza a escala 1:1, acorde con las medidas que figuran en la causa judicial. Romasanta medía 1,40 metros de estatura», dijo el forense y antropólogo Fernando Serrulla, que intervino junto con Marga Sanín, ambos pertenecen a la Unidad de Antropología Forense del Imelga.
No es una cabeza fiel al cien por cien debido a que faltan elementos: «Con su cráneo podríamos dar un paso más», señaló Serrulla, que recordó que el esqueleto de este hombre lobo debe de estar en una fosa común en Ceuta.
De Blanco Romasanta destacó sus muchas referencias femeninas de personalidad, el hecho de que en la noche de boda no disfrutara de ella, que entre sus víctimas hubo muchas mujeres y que tendría una pulsión sexual no resuelta. «Yo creo que Romasanta genéticamente era una mujer», afirmó el ponente, advirtiendo que aún así no hay 100 % de certeza. Ello explicaría la violencia. Serrulla destacó que el perfil del lobishome de Allariz es el de un ser psicopático que seduce para robar, mata para ocultar y reza para seducir.
Aún hoy continúa la búsqueda de restos humanos de sus víctimas. Los lugares citados por el forense son A Malladavella de Redondela, As Gorvias y O Corgo do Boi. «Hay cierta confusión con los nombres de los lugares tal como aparecen en la causa y los reales», señaló el ponente. «Los restos óseos aportados en la causa contra Romasanta son un hueso coxal, única prueba que lo incrimina, y un cráneo que lo encontró un cabo de la Guardia Civil», señaló Serrulla.
Este forense y un equipo de colaboradores inspeccionaron las cuevas Burato dos Mouros y A Pala das Cuncas, en la Serra de San Mamede, lugares descartados como contenedores de restos de víctimas del hombre lobo. «Puede haber restos óseos de las víctimas en esta sierra, de hecho tenemos una zona delimitada en la que vamos a buscar cuando venga el buen tiempo», señaló Fernando Serrulla. Otra línea de investigación es intentar hallar el esqueleto de Romasanta en Ceuta. Teniendo en cuenta que están en una fosa común, primero hay que encontrarla y, después, acertar con el esqueleto. Como dice el forense ourensano, habrá que ver si aparece uno que mida 1,40 metros e ir descartando y hacer las pruebas científicas pertinentes.
Era hermafrodita y calcetaba
La sala estaba llena de público, muy interesado en saber acerca de Manuel Blanco Romasanta, un hombre que padecía hermafroditismo y que, entre otras acciones, calcetaba, lo que llevó al ponente a decir que es posible que fuese un resultado de su educación femenina. Serrulla quiere investigar los casos de hermafroditismo en Ourense. Desde el público se le preguntó que para salir de dudas sobre su sexualidad, al estar preso y hacer sus necesidades fisiológicas tendría que haber ciertas evidencias. «Él podía orinar como un varón con un micropene, pero a lo mejor no se dejaba ver desnudo. No consta que le hicieran un examen médico desnudo», dijo el conferenciante.
En estas jornadas se ofrece, además, un perfil psiquiátrico del personaje y hoy está prevista la proyección del filme O Pacto dos Lobos, dirigido por Christophe Hans, así como del documental O lobishome. A besta de Gevaudan. Y mañana se presentará el libro Romasanta. Historia y leyenda. Nuevos estudios, nuevos misterios, que está coordinado por José Domínguez y por Roberto Bustillo.