
La chica peleará este año por una de las plazas para el Campeonato de España
16 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La gimnasia rítmica es un deporte exigente, muy sacrificado. Y eso fue precisamente lo que descubrió, unos años después de su iniciación en la disciplina, la gimnasta Alexandra Crespo Otero. Después de tontear con la natación, como toda niña, también cobró cierto protagonismo en los bailes de salón.
«El baile me aburrió», señala Alexandra, de 14 años. «Me gustaba el deporte y me sentí atraída por la gimnasia rítmica porque la veía por la televisión». Esas imágenes le quedaron grabadas en su mente, y despertaron así sus inquietudes por la belleza artística. Confiesa, además, que la elegancia de la disciplina acabó por engancharla definitivamente. Forman parte de su vida los ejercicios de flexibilidad, coordinación, movimientos, bailes con música.
A los 9 años y con la perfecta conjugación de todos esos elementos, Alexandra llamó a la puerta de la Escola Ximnasia Vagalume de Pontevedra. Desde entonces, su progresión ha sido innegable. Sus actuaciones sobre el tapete han ido en línea ascendente. «Me siento muy cómoda en la gimnasia rítmica», afirma la joven, que cursa tercero de la ESO. «Me gusta bastante, y además se me da bien».
Le atrae tanto este deporte y sus cinco aparatos (aros, cintas, mazas, pelotas y cuerdas) que no descarta convertirse en entrenadora de gimnasia rítmica y profesora de gimnasia. «Me harán falta muchos cursos, aprender mucha normativa, pero me gusta esto muchísimo», subraya.
De los cinco elementos, el que más le apasiona es la cinta. La normativa obliga a que, cada año, las gimnastas se centren en uno de los aparatos. «Cada año, hay que cambiar. Lo pide la Federación de Gimnasia», recuerda la atleta. Empezó con la pelota, siguió con las mazas, el año pasado le tocó a la cinta y esta temporada su amigo inseparable será el aro.
Almudena Cid, Anna Bessanova
«Este deporte es muy exigente», sostiene Alexandra Crespo. La deportista, si tuviese elección, se quedaría con la cinta. «Le gusta a mucha gente cuando estoy con la cinta», detalla.
Se mira al espejo de gimnastas de la clase de Natalia García y Andrea Pozo, ambas del equipo de gimnasia rítmica nacional, y de las exolímpicas Almudena Cid y Anna Bessanova. De hecho, Alexandra tuvo la oportunidad de intercambiar impresiones con Natalia García y Anna Bessanova, entre otras.
Reconoce, sin temor, que le está costando llevar la carga de trabajo de esta temporada. «El deporte es muy sacrificado, aunque estoy bien», subraya. «Cuesta esforzarse día a día, ya que son muchas horas de entrenamiento -explica-. Hay que compaginarlo con los estudios, con los amigos».
Entrena cuatro veces cada semana. Tres días (lunes, martes y jueves) suda sobre el tapete dos horas y media. La cuarta sesión semanal, la de los viernes, se prolonga durante cuatro horas. «Me tomo algún descansillo para merendar, pero hay que entrenar», apunta. «Acabo agotada».
Campeona gallega
El esfuerzo invertido está dando sus frutos. La temporada de este año fue, de momento, la más exitosa para Alexandra Crespo Otero. Subió a lo más alto del podio en las siete competiciones en las que participó. En el 2011, fue segunda en Galicia, y este año se proclamó campeona gallega de la modalidad de cinta en categoría individual júnior. También fue tercera compitiendo por equipos.
Venció a todas sus contrincantes al ritmo de El Lago de los Cisnes, una de las grandes obras de Chaikovski.
«El campeonato gallego fue el título que más me costó ganar», destaca la gimnasta. «Estaba muy nerviosa y era la primera vez que competía sola».
Su potencial es evidente, y por ese motivo, sus entrenadoras, Silvia Villar y María Martínez, se las ingenian para aprovechar hasta la última acrobacia de la adolescente. «Las entrenadoras que tengo tratan de sacar todo lo que puedo dar de mi», añade.
En la actualidad, Alexandra se fija como meta clasificarse para el Campeonato de España júnior. Y aunque es más que posible que la gimnasta ocupe una de las 20 plazas en juego, sus preparadoras ya le advirtieron de que deberá quedar entre las cinco primeras. «Somos exigentes con nuestro trabajo, así que competirá para lograr quedar entre los mejores puestos si quiere participar en el nacional», indicaron. Alexandra brillará con el aro.
alexandra crespo otero gimnasta del club vagalume de pontevedra