
Una tienda cambia gominolas por comida para el comedor de Cáritas
29 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Para la mayoría de los niños, el lugar que ocupan Guillermo Buceta y Belén Barral detrás del mostrador de su tienda de gominolas es el mejor lugar del mundo. Chucherías de todo tipo de formas, colores, olores y sabores se suben por las paredes, colonizan los mostradores y lo llenan todo de ese aroma a infancia feliz que desata la memoria y reblandece los enfados. Estos días, ese rincón amable y alegre que se abre a la rotonda de la Marina Española huele a otra cosa: a solidaridad. Y es que Guillermo y Belén han puesto en marcha una campaña de recogida de alimentos para Cáritas. Quien recoja el guante y acuda a Begui con un producto no perecedero, saldrá de la tienda con dos euros de gominolas a cambio.
La idea se les ocurrió hace tan solo unos días. El 21 de diciembre, cuando recorrían la ciudad haciendo las inevitables compras, «nos fijamos en la gente que lo está pasando mal. Al ser Navidad, probablemente te fijas un poco más en estas cosas...», cuenta Guillermo. Harto de «estar siempre quejándonos», decidieron pasar a la acción. «Así que por la noche se nos ocurrió esto y lo pusimos en marcha». Un cartel y una proyección en una pantalla puesta hacia la calle advierten a todo el que pasa frente a la tienda de que allí dentro se cuece algo bueno. «Mucha gente ha venido a preguntar», dice Guillermo. Que se animen o no a dejar algo sobre la mesa ya es otro cantar. «Pero algo ya hemos reunido». Efectivamente, en la entrada de la tienda empiezan a acumularse paquetes de aceitunas, harina, azúcar, arroz, pescado en conserva... y varias bolsas de gominolas. Algunas puestas por los dueños de la tienda. «Otras las deja gente que viene a traer comida y que, en vez de llevarse las chuches de regalo, las dejan también». Y es que, aunque parezca mentira, hay quien no siente debilidad por el azúcar y no quiere llevarse sus dos euros de dulzor. «Aún así, nosotros le insistimos a todo el mundo para que las coja. Porque se trata de que todo el mundo aporte algo, y si no se llevan las chuches nosotros no aportaríamos nada».
Guillermo y Belén han decidido ampliar su dulce campaña solidaria hasta el 13 de enero. «Esperamos reunir bastante cantidad», dicen a modo de deseo. Ojalá cumplan su objetivo. Porque, tal y como dicen en su promoción, cualquiera puede acabar necesitando ayuda.