La demolición del coso marcó el declive de los espectáculos taurinos, que se suspendieron definitivamente hace seis años
29 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Hace ya unos años que no se cortan orejas en Barbanza. Las últimas estocadas y los pases de muleta definitivos se dieron en el San Marcos del 2007. La decisión del Concello noiés de desmarcarse de la organización de este tipo de espectáculos generó cierta polémica, pero no fue a mayores. Y es que la «fiesta nacional» estaba ya en horas bajas, un declive que comenzó con el desmantelamiento de la plaza de la villa.
Tal día como hoy de 1988, La Voz daba por hecho el derribo del coso: «El centro de FP de Noia se alzará en el solar que ocupan plaza de toros y campo de fútbol». Y así fue. La infraestructura, que en aquellos momentos ya se encontraba en avanzado estado de deterioro, fue desmantelada y dio paso al actual instituto Campo de San Alberto.
Los noieses revivían entonces una vieja historia. En los años cuarenta, cuando la «fiesta nacional» estaba en su punto álgido, se construyó un coso en el campo del Calvario, en el que llegaron a recalar auténticas figuras del toreo. En aquella ocasión fue el bum urbanístico el que propició el desmantelamiento de la estructura.
Sin plaza fija, Noia siguió dando cabida a espectáculos taurinos hasta hace seis años.