La crisis entierra las terrazas de Zaera en los cajones de María Pita

Xosé Vázquez Gago
Xosé V. Gago A CORUÑA / LA VOZ

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El proyecto, que costó 30.000 euros al anterior gobierno, está descartado

15 ene 2025 . Actualizado a las 15:30 h.

Las polémicas terrazas de María Pita, los «chirimbolos», como las llamó Alejandro Zaera, no serán sustituidas por los toldos de inspiración marinera que diseñó el estudio del conocido arquitecto madrileño. Zaera, por encargo del anterior gobierno bipartito, proyectó una reforma en profundidad de la plaza. Su planteamiento incluía un cambio del mobiliario urbano, modificar la iluminación de todo el espacio y sustituir las polémicas terrazas de hierro y cristal.

En realidad, ese último punto fue la fuerza motriz del encargo. El BNG, entonces socio de gobierno del PSOE, había sido muy crítico con ellas en la oposición, y el alcalde, Javier Losada, coincidió con sus socios en que había que darle un cambio a la plaza y en primavera del 2008, a bombo y platillo, se anunció que Zaera «repensaría» este espacio, que afrontaría la mayor reforma desde que en 1987 se construyó el aparcamiento subterráneo.

Nada de eso ocurrió. El Ayuntamiento pagó 30.000 euros al estudio de Zaera por un proyecto que presentó el 5 de marzo del 2010, casi dos años después de recibir el encargo, y que permanece desde entonces enterrado en los cajones del palacio de María Pita. Losada explicó en el 2011 que la reforma se aplazaba sin fecha a causa de las dificultades económicas. La crisis ya pesaba en el presupuesto local.

Claro que el proyecto tampoco gustaba a todo el mundo y hubo críticas a la falta de protección que los toldos, supuestos recuerdos de velas marineras, ofrecerían ante la lluvia y el viento. Críticas que Zaera contestó retador: «Les pagaría un viaje a Noruega o a Suecia para que vean cómo son allí las terrazas con climatologías adversas».

Hagan lo que hagan en Escandinavia, el proyecto parece destinado a permanecer en los cajones. Las condiciones económicas han ido a peor y fuentes del actual gobierno señalan que ya hay muchos frentes abiertos en materia urbanística. Además, cualquier cambio en las terrazas de la plaza va a depender del plan especial (Pepri) del centro histórico y de la nueva ordenanza de terrazas, que está prácticamente lista pero todavía debe superar toda su tramitación antes de entrar en vigor.