Los goyas con acento coruñés

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

FIRMAS

BENITO ORDÓÑEZ

La ciudad cuenta con un nuevo galardón por el guion de «Tadeo Jones»

23 feb 2013 . Actualizado a las 07:03 h.

A Coruña continúa con su particular suma y sigue en lo que a premios cinematográficos se refiere. El aventurero Tadeo Jones ha sido el último en traer hasta la ciudad un goya, otorgado a Javier Barreira y el resto del equipo que se ocupó de adaptar el guion de esta película de animación. Y es que es precisamente en este tipo de cine en el que A Coruña es una auténtica potencia. En los últimos 11 años los dibujos animados han traído hasta aquí un total de siete cabezones, ya sea a la mejor película de animación, al mejor cortometraje o por el guion.

Pero la historia de los goyas coruñeses se remonta mucho más atrás en el tiempo. Hasta el origen mismo de los premios. En la primera edición de los galardones de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas ya hubo presencia coruñesa en la banda sonora de la película La mitad del cielo. Milladoiro se llevaba el premio a la mejor música original en aquel ya lejano 1987. Fue la única vez que la música daba a la ciudad semejante alegría, aunque sí hubo otras oportunidades, como la nominación de Sergio Moure por Inconscientes.

También cuenta A Coruña con un Goya al mejor actor. Todo un clásico: Fernando Rey se hacía con el galardón por su papel protagonista en Diario de invierno en el año 1989, hito que tampoco volvió a vivirse.

Sí hizo doblete la ciudad en otras categorías, como maquillaje y peluquería y efectos especiales. Con once años de distancia, Solange Aumaitre y Mara Collazo triunfaron con sus labores de esteticistas en Tirano Banderas (1994) la primera y Mar adentro (2005) la segunda. De hecho, Collazo, junto al equipo que caracterizó a Javier Bardem como Ramón Sampedro, llegó a estar nominada al Oscar.

Los dos Goyas a los mejores efectos especiales que pasaron por aquí tienen un mismo dueño. Se trata de Rafael Solórzano, que consiguió los premios por 800 balas, de Álex de la Iglesia, en el 2003 y tres años más tarde por los efectos de Frágiles.

Pero si hay que hablar de goyas en A Coruña, la palma se la lleva la productora Vaca Films, que en el 2010 consiguió colocar en las oficinas que tiene en la calle Real el Goya a la mejor película, por Celda 211, cinta que se llevó además otros siete galardones.

Potencia en animación

Apartado especial merece el cine de animación, donde la ciudad, o mejor dicho, los talentos que alberga, han demostrado estar a la cabeza a nivel nacional. La brecha la abrió el estudio Dygra con aquella magnífica adaptación de El bosque animado de Fernández Flórez en el 2002. Y sería también la productora de Manuel Gómez y Ángel de la Cruz la que repetiría éxito con otro Goya a la mejor película de animación en el 2006 con El sueño de una noche de San Juan.

Cantera de talentos

Siguió la estela otra productora coruñesa, Perro Verde Films, que alcanzaría el máximo galardón en animación con El lince perdido en el 2009 y repetiría el pasado 2012 con la magistral Arrugas. Esta adaptación del cómic de Paco Roca hizo historia, además, al conseguir un goya habitualmente vetado a producciones de animación, como es el de mejor guion adaptado, que recalaría en un equipo integrado, entre otros, por un viejo conocido de estos premios, Ángel de la Cruz, que sumaba así otro cabezón más a los ya conseguidos por sus películas con Dygra.

Ese mismo año, el galardón al mejor cortometraje de animación venía a parar muy cerca de la Torre, a Monte Alto, donde vive Alberto Vázquez, director y creador del premiado Birdboy, otra muestra más del talento que hay en materia de animación en la ciudad.

La academia ha demostrado haber superado complejos y haber aprendido bien la lección de que las mejores historias pueden ser contadas en cualquier formato, y este año han repetido al premiar en la categoría de mejor guion adaptado a otra cinta animada, Las aventuras de Tadeo Jones, con participación de otro coruñés, Javier Barreira.

Nominados sin premio

Otros coruñeses, sin embargo, se quedaron a las puertas de levantar el pesado busto, como el ya citado Sergio Moure o Xavier Villaverde, que estuvo nominado a la mejor dirección novel por su primer largometraje, Continental, en 1990.

Y, por el contrario, los hay que tienen guardado en usufructo un goya, aunque este no tenga su nombre. Es el caso de Pancho Casal, de la productora Continental, que atesoraba el premio a la mejor banda sonora obtenido por José Nieto por Sé quién eres, una película producida por el propio Casal.