«Cuando estoy solo, aún cojo la muleta y doy unos pases»

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

FIRMAS

PACO RODRÍGUEZ

Tras 37 años en el cargo, Luis Mariñas deja la presidencia del «santuario taurino»

04 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Entró en la Peña Taurina de La Coruña con 15 años y fue presidente desde el 28 de septiembre de 1975 hasta hace diez días, que no se presentó a la reelección. «Es que con 45 años estaba lleno de energía y ganas, y ahora, pasados los ochenta, me encuentro algo gastado», explica Luis Mariñas, el rostro de la tauromaquia en la ciudad y auténtico erudito en la materia.

-¿Por qué lo deja?

-Estoy cansado, que no aburrido, que tengo ganas de ver toros todos los días. Esto es un locura que no se cura pero que es muy bonita. Yo sigo viviendo cada día pensando en torero. Cuando estoy solo en la peña, aún cojo la muleta y doy unos pases. El capote ya no, que pesa mucho.

-Se llevará muchos recuerdos.

-Y alegrías. La última, cuando Iván Fandiño brindó un toro a la peña hace dos años en el Coliseo. Pero tengo miedo de que cuando yo desaparezca todo esto (señala los objetos que conforman el museo taurino de la peña) se pierda.

-¿Cómo llegó a presidir la peña?

-El presidente de entonces, Rogelio Martínez, llevaba desde 1965 y se aburrió, porque no había perspectivas de que, tras el derribo de 1967, se volviese a construir una plaza de toros en la ciudad. Había mucho pesimismo al respecto. Era un momento difícil, con una bajada fuerte del número de socios. Y algunos veteranos de la peña, como Ovidio Caramés, Orzanito, y Manuel Gómez Verdura, me pidieron que fuese el presidente. Yo no estaba seguro, era un modesto empleado de banca, mientras que los anteriores presidentes eran importantes industriales.

-Pero acabó aceptando.

-Ya había sido vocal, bibliotecario -que era lo que más me gustaba- y secretario de la peña. Lo que mejor se me daba era el tema de las relaciones públicas, tratar con la gente, con los medios. Lo pasaba bárbaro yendo a hablar con los periodistas de La Voz. Pero me dijeron que con mi pasión taurina y mi cariño a la peña no podía ir mal y que me ayudarían en todo. Así que acepté. Me ocupaba de los temas estrictamente taurinos, mientras que las cosas económicas las llevaba el magnífico equipo que tuve siempre. Hubo votación, aunque era el único candidato, y salí elegido por 30 votos a favor y 14 en contra. El gran reto era conseguir que se construyese una nueva plaza.

-¿Hubo intentos previos al Coliseo de hacer una plaza?

-Muchos. Ya con Liaño Flores se consiguió un terreno en la Sardiñeira, pero un revés económico impidió que prosperase. Seguimos luchando desde la peña, trajimos en la época de Berta Tapia al empresario más importante del momento, Jesús Martínez Chopera, que se comprometió a ocuparse de la construcción si le daban el solar y la explotación por 40 años. Pero tampoco. López Menéndez quiso hacerla tras el estadio. Y en 1980 se empezó a hablar de construirla en Lavedra. Pero no cuajó hasta que llegó Paco Vázquez.

-¿Satisfechos con el Coliseo?

-Hombre, no es lo mismo. Cuando teníamos la plaza, aquí había toros cinco meses al año. Pero con el derribo desaparecieron todas las peñas, que había unas diez, menos la nuestra. Pero sí que volvió algo de afición con el Coliseo, aunque fue decayendo al pasar los años, quizá porque también decayeron los carteles.

-¿Qué le dice a los antitaurinos?

-Que hay mucha tradición cultural e histórica que avala el toreo, y contra esa literatura y esas grandes firmas no hay quien argumente nada. Que vengan a la peña, yo me ofrezco a empaparles de poesía taurina.

Luis Mariñas ex presidente de la peña taurina de la coruña