
Botines de lo más inusual fueron presa de las acciones de los cacos
22 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Hace ya demasiado tiempo que la mano larga de los cacos se hace notar cada noche que pasa. De una u otra manera, sus robos o hurtos en la vía pública, negocios de particulares o naves industriales son el pan nuestro de cada día desde Carnota hasta Rianxo. Los autores aparentan conocer su oficio. El problema para estos delincuentes es que las fuerzas del orden dominan también el terreno que pisan. Por eso, aunque se trata de robos de medio pelo en la mayoría de los casos, los amigos de lo ajeno evidencian por sus acciones que en muchas ocasiones se apropian de objetos más por el simple hecho de hacerse con ellos que por el lucro que les puedan generar. Hay delitos de todos los tipos, y este es un mapa por municipios.
BOIRO
Anécdotas de un circo. Además de los casos contados de robos de tapas de alcantarilla, en las dependencias de la Policía Local boirense aún recuerdan que en el último año se dio el suceso de un circo que, una vez asentado en el término, pidió al Concello unas vallas metálicas. El problema es que al recoger las instalaciones para irse olvidaron devolverlas. Al final, los agentes consiguieron interceptar a los responsables antes de que abandonasen el término municipal. Eran ocho vallas.
RIBEIRA
Un delito que acabó en borrachera. Hace tiempo, en una casa de Ribeira propiedad de un médico que la tiene como segunda residencia, entró un ladrón con malas intenciones. Su problema fue que la abundancia de vino que encontró en la bodega lo cegó... y empezó a beber hasta quedarse dormido. Con lo que este caco no contaba es que ese mismo día apareciese el titular del inmueble y del vino, que lo sorprendió roncando a pierna suelta. También en suelo ribeirense recuerdan varios agentes locales a un «delincuente histórico de Ribeira» que entró a robar en la oficina de Correos. Al saltar la alarma y llegar las fuerzas del orden, el individuo se metió dentro de una saca de correo para esconderse. Aún así, fue localizado y detenido.
NOIA
El misterio de las pieles. Hace poco más de un año, el Seprona de Noia resolvió el robo de unas pieles curtidas en el pazo de la villa Pena de Ouro. Los ladrones entraron aprovechando que la señora de la limpieza hacía su trabajo por la mañana y tenía los ventanales abiertos. El botín, del que nada se supo durante once meses, fue encontrado en la sierra de Barbanza. Cada piel estaba estirada «como dando la sensación de querer ahuyentar animales». Así lo dijo el Seprona después de que el propietario recuperase todas sus pertenencias.
RIANXO
El semáforo que acabó decorando una casa. En las dependencias de la Policía Local aún se recrean con un suceso que, la verdad, resulta, como mínimo, curioso. Y es que un día, amigos de lo ajeno robaron el semáforo de una obra de reposición que se estaba haciendo en la villa. El caso es que este objeto sustraído acabó apareciendo en la casa de un particular, que lo tenía colgado en la pared como elemento decorativo. También en Rianxo, hace ya varios veranos, se robó una camioneta de helados. Cuando los agentes la encontraron, el caco estaba tan tranquilo comiéndose la mercancía.
Outes y muros
Objetivo: los cementerios. Aquí, desde finales del 2011 y a lo largo del 2012, se registraron diferentes robos en camposantos. El objetivo era siempre el mismo: los objetos metálicos. Desde crucifijos hasta los marcos de las vitrinas de cristal que hay en algunos panteones componían el botín.
Otro delito que cotiza al alza en todos los términos por igual es el robo con fuerza en tragaperras. El método preferido suele ser romper la estructura. Lo que cambia es la forma de acceder a los locales. En algunos casos, los delincuentes se colaron por una claraboya, mientras que en otros prefirieron acceder por puertas o ventanas después de romperlas.