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Vecinos de Pintor Román Navarro denuncian el abandono de la calle

Javier Becerra
Javier Becerra A CORUÑA / LA VOZ

FIRMAS

EDUARDO PEREZ

Señalan que el fuego en el piso okupa es solo un ejemplo de la situación

22 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

«Esto es como una ciudad sin ley». Así resume uno de los vecinos de la calle del Pintor Román Navarro la situación de la zona. El incendio intencionado que tuvo lugar el pasado sábado en el número 3 ha sido la gota que colmó el vaso de un vial ciego, con varios edificios en estado ruinoso, vertederos incontrolados, okupas que van y vienen, ausencia de aceras y asfalto en estado irregular. Los residentes están hartos y demandan tanto a los propietarios de los inmuebles como el Ayuntamiento que se pongan manos a la obra y adecenten la zona.

La primera muestra de cambio la obtuvieron ayer. El portal de la casa afectada amaneció tapiado. El propietario del inmueble respondía así a una antigua demanda de los residentes. Se persigue de este modo vetar una nueva okupación. En los últimos meses, tal y como señalan los vecinos, estaban habitados dos pisos del edificio: una pareja que hacía vida en la primera planta y un hombre que vivía en el quinto. Justo a su lado, en el número 1, otro edificio luce un evidente estado de abandono. Este ya había sido tapiado en el pasado.

Ahora los residentes quieren ir más allá. Aprovechando que esta pequeña calle oculta en el barrio de Monte Alto (una bocacalle de la de la Torre) está en el foco debido al suceso, demandan unas mejoras que consideran totalmente justas y que arrastran años de atraso.

El caso de las Atochas

Uno de ellos apela al agravio comparativo de un enclave próximo. «En la zona de las Atochas -situada más abajo- se están arreglando todas las calles, pero en esta no se hace absolutamente nada», indica uno de los residentes, que, frustrado, recuerda que por ley esta situación ya no debería tener lugar: «El plan urbanístico de hace 12 años ya contemplaba la reforma», puntualiza.

El resultado salta a la vista. Mientras en aquella zona, que en su día incluso albergó el Centro Social Okupado de las Atochas, se le está limpiando la cara poco a poco, en Pintor Román Navarro la situación es radicalmente diferente. Las aceras hay que imaginarlas, el pavimento es desastroso y los transeúntes tienen que esquivar la basura esparcida. Esta sirve de reclamo para las numerosas gaviotas y los gatos callejeros que se citan allí a diario.