Zocas de Mondoñedo para Holanda

Inmaculada Eiroá González
inma eiroá VIVEIRO / LA VOZ

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<span lang= es-es >El artista y su obra</span>. Geada se considera artista, no artesano, y cree que el valor de sus zocas se verá en unos años.
El artista y su obra. Geada se considera artista, no artesano, y cree que el valor de sus zocas se verá en unos años.

El mariñano Alberto Geada elabora un par de zuecas para el Museo Klompenmuseum

29 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El Museo Klompenmuseum de Holanda es algo así como el Louvre de las zuecas. Su colección de 2.200 modelos procedentes de 43 países del mundo se verá incrementada próximamente con el par de zuecas que el mariñano Alberto Geada está elaborando para ese templo del calzado de madera.

Nacido en el seno de una familia de zoqueiros, a Geada la posibilidad de trabajar para una institución de este nivel le parece como jugar en la Champions. En los diez años que lleva luchando para poner en valor las «zocas» ha conseguido hitos importantes. Primero, crear su propio museo en Mondoñedo y luego llevar ese calzado a las pasarelas de moda. Ahí está el éxito que alcanzaron sus piezas de la mano del diseñador gallego Manuel Bolaño en la 080 Barcelona Fashion o el logro de subirlas al escenario de un teatro, por mencionar algún ejemplo.

Esta última aventura se está fraguando. La pieza de abedul que va a utilizar está desbastada y secándose y en las próximas semanas, utilizando exclusivamente las viejas técnicas y antiguas herramientas de los zoqueiros, esculpirá su Zoca Cidade de Mondoñedo, como bautizará al par que se exhibirá en el Klompenmuseum. Explica que es una pieza de élite superior, de tacón y características especiales.

Su creador, camino de convertirse en el Manolo Blahnik de la zueca, puntualiza que lo suyo no es artesanía y esto lo ha querido dejar claro al darse de baja como artesano, porque no le gusta que lo comparen «con uno que hace bolitas de papel» para emprender el camino de «artista zoqueiro». Del precio que pagarán por su nueva obra no ha querido hablar y afirma que el verdadero valor lo alcanzarán cuando pasen unos pocos años.