La Edad de Hielo de Lloves

nino soto PONTEVEDRA / LA VOZ

FIRMAS

RAMON LEIRO

El ya exportero del Pontevedra jugará en la Primera División de Islandia

13 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Sergio Lloves estuvo más cerca de rechazar la oferta del Vikingur Olafsvik de la Primera División de Islandia que de dar el sí quiero. El «empujoncito final», sin embargo, se lo dio su hermana. En la mañana de ayer, alcanzó un acuerdo con el Pontevedra para rescindir su contrato.

Con la carta de libertad del club en la mano, el meta contempla Pasarón desde la grada de Preferencia y reflexiona: «Me costó mucho decidirme. Dejar todo esto atrás (apuntan hacia el césped) cuesta muchísimo».

Ahora, la decisión, no obstante, ya está tomada. «Ya estoy rumbo a Islandia», señala, mientras ojea el contrato redactado en inglés que lo unirá al club islandés, en un principio, hasta octubre, fecha cuando finaliza la liga de la tierra del hielo.

Aterrizará en una Reikiavik con más de 20 horas de luz diarias, y desde la capital islandesa se desplazará hasta Olafsvik, el pueblo de un millar de habitantes en el que pasará los próximos meses. «Me voy con miedo e incertidumbre», sostiene.

La diminuta localidad está a unos 50 minutos en coche de la capital islandesa, y también está muy cerca el volcán Eyjafjallajokull, famoso por provocar una nube de ceniza que cerró el espacio aéreo de unos 20 países europeos. «Dejo al Pontevedra, a la novia y a mis abuelos, que ya tienen 84 años», añade.

Pero también sabe que vivirá «una experiencia única». En el vestuario del Vikingur se encontrará con Kiko Insa, hermano del exceltista Natxo Insa. «Soy un afortunado -admite-. No muchos pueden decir que jugaron en la liga islandesa y que conocen y disfrutan de su cultura».

Kiko Insa es el culpable de que Lloves cierre su capítulo con el Pontevedra. «Les habló de mí a los del Vikingur, les mostró tres o cuatro vídeos y para allá me voy». El ya exguardameta del Pontevedra, de 25 años, también reconoce que jugar en la máxima categoría del fútbol islandés «es mi gran oportunidad para dar el salto y ser profesional». Sabe que su vida dará un giro de 180 grados, pero su casa seguirá siendo la portería.

Emigrar a Islandia posiblemente le abrirá una puerta que se le había cerrado cuando dio el paso de juvenil a sénior. Lloves era el lanzador de penaltis de sus equipos cuando defendía la elástica del Choco redondelano, de la selección de Pontevedra o de la gallega. «El máximo goleador de nuestro equipo lleva dos goles, así que, si el míster me lo permite, voy a animarme para tirar los penaltis», confiesa Lloves. «Me ofreceré a lanzarlos, aunque mi principal preocupación será detenerlos».

La próxima semana, Lloves estará entrenando con el Vikingur, pero no se olvidará de la afición granate. «Quiero desearle suerte al Pontevedra, a su afición, a sus socios -apunta-. Espero que tarde o temprano nos volvamos a encontrar».