El Concello lleva suministro a dos depósitos porque bajan las reservas
02 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La llegada del verano y la presencia de varias semanas sin precipitaciones han vuelto a poner de nuevo al municipio de Pol ante problemas de abastecimiento de agua que se presentaron ya en años anteriores. El Concello comenzó en días pasados el abastecimiento de agua de la red pública a depósitos cuyas reservas empiezan a ser insuficientes para las necesidades diarias a medida que avanza el período estival. «En Pol empezamos xa cos problemas de sempre», dijo ayer el alcalde, Lino Rodríguez.
Los depósitos situados en los barrios de Candal, perteneciente a la parroquia de Lúa, y de Susá, perteneciente a la de Valonga, son los que reciben agua que se traslada, a razón de 20.000 litros en cada desplazamiento, en una carroceta del Concello con bastantes años a cuestas.
El modo de paliar la situación presentada es sencillo, como detalló ayer el alcalde, Lino Rodríguez. El vehículo municipal coge el agua en una toma de la red pública de Mosteiro o de Rioxoán y la lleva a uno de los dos mencionados depósitos. Según datos aportados por Rodríguez ayer, cada viaje a Candal supone un recorrido de unos ocho kilómetros, mientras que un desplazamiento a Susá anda por los cinco.
Aunque la situación está recién iniciada, el trabajo de la carroceta municipal ya se encuentra en altos niveles de funcionamiento. Prueba de ello es que anteayer, miércoles, realizó siete desplazamientos: seis de los viajes tuvieron como destino el depósito de Susá, y el restante, el de Candal.
De cumplirse las previsiones apuntadas ayer por el alcalde polense, hoy se realizarán más traslados de agua, una medida con lo que se prevén conseguir dos objetivos: por un lado, se aseguran las reservas de los depósitos; por otro, la carroceta queda así liberada de esa tarea y estará lista para poder participar, por ejemplo, en tareas de extinción de un incendio o en otros trabajos que puedan presentarse.
El vehículo empleado por el Concello de Pol para estas tareas arrastraba en años pasados unas carencias que reconocía incluso el alcalde. Este año, en cambio, se le han realizado reparaciones. De las arcas municipales salieron más de 3.000 euros para la mejora de la carroceta, aunque los gastos del Concello no se detienen aquí, ya que costea también el combustible de los desplazamientos a los citados depósitos.
La situación aún no ha llegado a los niveles de años pasados, si bien la actitud del alcalde no solo está alejada de cualquier impresión optimista sino que parece resignada a asumir que las dificultades vayan en aumento. «A partir de agora, Deus dirá», afirmó Rodríguez ayer. El gobierno local supone que este mes y el próximo no serán menos livianos en este sentido.
Lo que ya produce menos resignación y sí, por el contrario, un evidente malestar en el gobierno de Pol es la situación de un proyecto de mejora de abastecimiento que se envió, según precisó Rodríguez ayer, a Augas de Galicia en el 2008. La propuesta remitida hace cinco años por el Concello a dicho organismo de la Xunta preveía la mejora de la red pública de abastecimiento en la parroquia de San Andrés de Ferreiros y en dos varios de la parroquia de San Martín de Ferreiros.
El vehículo municipal ha llegado a realizar siete viajes en un solo día