
Los canes, tanto los considerados peligrosos como los que no, generan quejas a diario entre los usuarios de arenales en toda la comarca
17 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El problema no es nuevo. De hecho, con mayor o menor repercusión, reaparece cada verano de forma cíclica. Este año, el motivo que ha sacado la luz la situación que se vive en los principales arenales de la comarca tuvo su origen en el municipio de Ribeira. Aquí, solo en las últimas semanas, la Policía Local ha tramitado seis sanciones administrativas a propietarios de perros considerados potencialmente peligrosos. ¿El motivo? O carecían de la licencia obligatoria o, si la tenían, no llevaban correa ni bozal. Hay que decir que cada multa asciende a 2.400 euros al ser considerada una sanción muy grave. Otro problema relacionado con este tipo de animales, y que no son peligrosos, es que están sueltos en las playas y molestan a los bañistas. Tal y como certifican casi todas las policías locales de la comarca.
Otro municipio muy afectado por este problema es Carnota. Según explican en la casa consistorial, la situación ha llegado a tal punto que el alcalde, Ramón Noceda, está trabajando ya en una ordenanza municipal para evitar que en la principal playa de esta localidad aparezcan cada día decenas de perros sueltos. En Muros, por el contrario, y según los agentes municipales, el problema fue mucho más agudo el verano pasado. Este año, dicen, apenas se está dando. Mientras, la policía de Porto do Son ha tenido que colocar carteles en As Furnas, Queiruga y Río Sieira, algo que parece que está poniendo freno a los dueños de los animales.
Cinco sanciones en A Pobra
El municipio pobrense no es ajena a este problema. En lo que va de año, y solamente por tener perros peligrosos de manera irregular, se han tramitado cinco sanciones muy graves. En las playas, sobre todo en Cabío y O Areal, estas mascotas también molestan a los bañistas.
En el arenal noiés de Testal también se repite el escenario, sobre todo por la mañana. Mientras, en Boiro ocurre en menor medida, aunque la policía también ha recibido algunas quejas. El bando publicado en primavera en Rianxo ha surtido efecto, y el conflicto con los perros peligrosos se ha solucionado. Eso sí, siempre aparece algún can suelto en la playa que causa molestias a los vecinos.